Hace pocos días, antes de que asumiera formalmente la presidencia del Banco Nación, Silvina Batakis se reunió con su antecesor, Eduardo Hecker. La ex ministra le transmitió al funcionario su decisión de pedirle a todo el directorio de la entidad que pusiera su renuncia a disposición.
Pero la mayoría de los directores apuntados resiste el deseo de Batakis y afirma que solo dará un paso al costado si Alberto Fernández les pide la renuncia. Claudio Lozano tampoco se quiere ir, suma críticas a Sergio Massa y muestra el respaldo de empresarios Pyme a su continuidad.
El comentario de la ex ministra a Hecker no tardó en filtrarse. Después de todo, la salida de Hecker fue por lo menos desprolija. El funcionario se enteró de que lo echarían por WhatsApp mientras encabezaba un acto en Catamarca. Ahora sería compensado con un puesto en el directorio del Banco Central, pero el daño ya está hecho.
La posición entre los directores no es unánime, pero por ahora son mayoría los que se niegan a irse. Además de Lozano, Federico Sánchez, Cecilia Fernández Bugna, Angel Mercado y Guillermo Wierzba. La mayoría cree que es improcedente el pedido de la ex ministra. Esgrimen que Batakis al fin de cuentas es una directora más del Nación en ejercicio de la presidencia del banco. “La renuncia está a disposición del Presidente desde el primer día, pero es él quien debe pedirla”, señala uno de ellos.
El martes, muy cerca del jefe de Estado habían hecho saber que esta vez Lozano quedaría afuera del BN. Algunos de los colaboradores del mandatario dijeron entonces que el pedido de renuncia recaería en Batakis.
Quien sí mostró su disposición para alejarse del directorio de la banca pública fue Martín Ferré, ex compañero de Batakis en el gabinete bonaerense de Daniel Scioli. El ex senador por Córdoba Carlos Caserio fue el último en sumarse al directorio, a pedido precisamente del Presidente.
Fiel a su estilo, Lozano quiere quedarse en el directorio, pero no intenta pasar desapercibido ni hacer buena letra con la Casa Rosada. El jueves, a última hora de la tarde, reunió a su tropa de Unión Popular -uno de los partidos que integraron el Frente de Todos en las elecciones de 2019 y 2021- para evaluar los anuncios del flamante ministro de Economía.
El viernes hicieron circular un duro comunicado contra las decisiones de Massa. “Las definiciones adoptadas por el nuevo súper ministro siguen alejando a la gestión gubernamental de los compromisos electorales que definieron el triunfo del Frente de Todos en el 2019. La propuesta Massa fue la expresión de una paritaria del gobierno con los grandes acreedores y empresarios”, señaló el texto. Cerca del líder del Frente Renovador habían relativizado hasta ahora las críticas en los extremos de la coalición ya sea desde el cristinismo más radical, de Juan Grabois o de Lozano.
Lozano defendió su posición crítica a la política económica del Gobierno y su permanencia en el oficialismo. "Mis visiones críticas tienen el objeto de aportar para que las perspectivas del FDT y de la vida de nuestra gente tengan el mejor de los desarrollos. Los planteos de Unidad Popular son los mismos desde siempre. La razón por la que me he quedado en la gestión es porque he sido parte de un directorio que dio vuelta la capacidad de un banco poniendo la capacidad de crédito a favor de las Pyme", señaló.
El economista señala que uno de sus mayores aportes, por los que pretende seguir en el cargo, es la pelea para recuperar los US$300 millones que el BN le prestó a Vicentin en la gestión de Mauricio Macri y a otras empresas alimentarias como Molinos.
No es la primera vez que Lozano logra irritar a la Rosada. Se opuso activamente al acuerdo con el FMI e incluso presentó una demanda en la Justicia para frenarlo. Como presidente de Unidad Popular, encabezaba reuniones quincenales con los titulares del resto de los partidos del oficialismo, una instancia política que está alejada de la mesa de decisiones de la coalición, cuyo máximo vértice encarna Cristina Kirchner, quien no tiene diálogo directo Lozano ni se reunió con él en los 32 meses de gestión del FDT. Sin la banca de ninguna de las patas preponderantes de la coalición; Lozano resiste.
Un día después de sus críticas a las primeras decisiones a la gestión de Massa, que solo llevaba 24 horas efectivas, el director del Nación consiguió que el Consejo Consultivo Pyme del Banco, que integran cámaras y empresarios del sector y que él creó y coordina, pidieran por su continuidad en una carta dirigida a Batakis. “Nos permitimos solicitarle tenga a bien mantener el funcionamiento del Consejo Consultivo Pyme del BNA, como la continuidad de quien fuera gestor intelectual y coordinador de dicho espacio, Claudio Lozano”, señala el texto.
Batakis, que apenas duró 24 días en Economía antes de enterarse que sería reemplazada por Massa, encontró su primer escollo en la presidencia del BN. Por ahora, no consiguió el apoyo de los jefes del oficialismo, que no le llegó cuando era ministra.