Meses atrás, cuando en el interior del Ministerio de Economía el entonces titular de Hacienda Martín Guzmán planteaba la necesidad de implementar un nuevo esquema tarifario, la iniciativa solo encontraba críticas por parte de La Cámpora y el kirchnerismo duro.
Ahora, la segmentación de tarifas que impulsa el ministro de Economía Sergio Massa generará un ahorro fiscal mayor al previsto por Guzmán, ya que la quita de subsidios abarca a más sectores, entre estos, comercios y consorcios: este año serán $45 mil millones contra los $15 mil millones previstos por la anterior gestión de Hacienda. Sin embargo, en La Cámpora reina el silencio respecto a estas medidas. No hay críticas y se espera que no las haya.
El cambio de postura obedece al pacto de los 100 días de paz establecidos entre el kirchnerismo y el massismo y a un golpe de realidad que los máximos integrantes de La Cámpora tuvieron en las últimas semanas: no hay reservas y la situación es más que compleja.
La Cámpora no cuestionará las medidas de Massa y se concentra en la pelea con la Justicia
“No opinar es lo máximo que pueden hacer por Massa. Tampoco lo van a felicitar”, le dice a TN un dirigente de la agrupación que comanda Máximo Kirchner. El hijo de la vicepresidenta tiene buen vínculo con el ministro de Economía. Dialogan y por ahora sostiene sus medidas, aunque en el fondo no esté de acuerdo con muchas de estas.
Sergio Massa llegó al Gabinete con el respaldo de Máximo Kirchner y Axel Kicillof, dos hombres clave del kirchnerismo duro (Foto: NA)
Es que en La Cámpora nadie está a gusto con el esquema de quita de subsidios a las tarifas de luz, agua y gas que el Gobierno presentó el martes, pero entienden que ya no hay margen para las críticas: porque el Gobierno no resiste otra interna y porque además las cuentas están en rojo y se debe ordenar las cuentas públicas.
Incluso en el interior de La Cámpora aseguran que esta segmentación puede no llegar a ser suficiente, lo que pondría en un problema a la organización ultra K. Es que si en un futuro hay que profundizar el ajuste, no está claro qué actitud tomará un espacio que criticó los aumentos en las boletas de servicios públicos durante el gobierno de Mauricio Macri y se oponía al esquema de Guzmán.
Lo cierto es que por ahora no habrá cuestionamientos. El objetivo es transmitir tranquilidad a los mercados. “Cristina Kirchner no se expresa, Máximo tampoco entonces los demás deducen que es muy delicado salir a decir algo sobre el tema”, resume a TN una fuente de La Cámpora.
En la presentación del nuevo esquema tarifario, el subsecretario de Energía Eléctrica, Santiago Yanotti, dijo que "con esta medida logramos acercarnos al orden fiscal que necesitamos en materia de subsidios". (Foto: Télam)
Además, la agrupación kirchnerista está muy concentrada en llevar adelante una mayor presión sobre la Justicia en momentos en los que avanzan los alegatos contra Cristina Kirchner en el marco del juicio por supuesto direccionamiento de la obra pública. En la semana hubo pintadas y crece la presión sobre los integrantes del tribunal que juzgarán a la Vice.
La nueva segmentación de tarifas que anunció el Gobierno nacional
Esta nueva segmentación establece tres niveles de usuarios que se organizan a partir de su nivel de ingresos (en el caso del agua, será por zonas). El nivel 1 corresponde a los hogares de mayores ingresos, el nivel 2 a los de menor ingreso y los del nivel 3 para los sectores medios.
El Gobierno graficó que para un usuario de altos ingresos de Edesur con un consumo medio de 300 kWh el monto sin impuestos pasará de $1467 a $2285 con la pérdida de subsidios. Por otra parte, una persona de nivel 3 que en junio abonó una factura de gas de $1650, al final de la quita gradual del subsidio -en enero- pagará $2146.
Según reportó el Gobierno en la conferencia de prensa, 399.156 usuarios de energía eléctrica y 269.725 de gas natural perderán los subsidios a la energía. A ese número se sumarían los 4 millones de hogares que no completaron el RASE, sujeto a análisis y confirmación por parte de la Secretaría de Energía.
De acuerdo a un informe oficial de la Secretaría de Energía, se espera que a finales de agosto o mediados de septiembre comience a bajar el consumo de luz y electricidad. La situación traerá alivio a las cuentas del Banco Central, que presentan niveles muy bajos de reservas.