Tras una semana de fuerte inestabilidad en la que saltaron los dólares paralelos y hubo fuertes remarcaciones en los precios de bienes durables y de consumo habitual, la economía sufre las consecuencias de la ampliación de la brecha cambiaria y las restricciones a las importaciones.
Si bien el escenario se tranquilizó un poco tras la designación de Silvina Batakis, existe una gran incertidumbre entre los empresarios y se espera que julio tenga un piso de inflación en torno al 7%, que podría alcanzar el 8% si en las próximas semanas continúa el pánico y siguen las remarcaciones.
Antes de la renuncia de Guzmán, ya se preveía que la inflación de julio igualaría la de marzo, que fue de 6,7%. Ahora se cree que el piso será de 7%.
En FIEL prevén entre 6% y 7% para julio y en agosto, una cifra igual o más alta, lo que presenta a un segundo semestre con un nivel de inflación mensual superior al 5% que se venía proyectando hasta el mes pasado.