La curva del dengue sigue en ascenso en Argentina. Esta tarde, el Ministerio de Salud de la Nación dio a conocer la actualización epidemiológica de la enfermedad que transmite el mosquito Aedes aegypti, notificando 41.257 casos y 32 muertos en la actual temporada hasta la semana epidemiológica 14 de 2023 (es decir hasta el 08/04).
Según publica la cartera sanitaria nacional en el último Boletín Epidemiológico Nacional (BEN), de los 41.257 casos registrados, 37.914 adquirieron la infección en la Argentina. Aunque el comunicado nacional afirma que hay 27 muertos, esa cifra está desactualizada. Son 32 los muertos registrados oficialmente, según el recuento emitido por varias provincias argentinas. Al momento, la circulación de este virus se ha identificado en 15 jurisdicciones correspondientes a cuatro regiones:
-Región Centro (Buenos Aires; Ciudad Autónoma de Buenos Aires; Córdoba; Entre Ríos; Santa Fe)
-Región NEA (Corrientes; Formosa; Chaco)
-Región NOA (Catamarca; Jujuy; La Rioja; Salta; Santiago del Estero; Tucumán) y la provincia de San Luis en la región Cuyo.
Además se registra co-circulación de dengue y chikungunya en localidades de Buenos Aires; CABA; Córdoba; Corrientes; Formosa y Santa Fe. En tanto, en lo que refiere a fiebre chikungunya, se registran hasta el momento 1.092 casos de los cuales 647 adquirieron la infección en el país; 171 se encuentran en investigación y 274 adquirieron la enfermedad en el exterior.
Al momento, la circulación de este virus se ha confirmado en diferentes localidades de 8 jurisdicciones: Buenos Aires; CABA; Chaco; Córdoba; Corrientes; Formosa, Santa Fe y Salta.
El dengue es una enfermedad viral transmitida por la picadura del mosquito del género Aedes, principalmente por Aedes aegypti. Cuando el mosquito se alimenta con sangre de una persona infectada por el virus dengue lo adquiere y luego de 8 a 12 días es capaz de transmitirlo a una persona sana a través de la picadura. La transmisión vertical madre-hijo es posible pero infrecuente.
La fiebre chikungunya es también una enfermedad viral que, al igual que la mencionada anteriormente, es transmitida por la picadura de mosquitos Aedes infectados y también puede transmitirse de la madre al hijo en el período perinatal.
Síntomas
En lo que respecta al dengue los síntomas son fiebre acompañada de uno o más de los siguientes síntomas: dolor detrás de los ojos; de cabeza; muscular y de articulaciones; náuseas y vómitos; cansancio intenso; aparición de manchas en la piel y picazón; sangrado de nariz y encías.
Ante un diagnóstico de dengue es preciso seguir las indicaciones del personal de salud y asistir a las consultas de seguimiento y control. Si al momento de disminuir la fiebre o en los días posteriores, alguno de los síntomas se agudiza, reaparece o se detectan síntomas nuevos (dificultad para respirar, dolor abdominal intenso, sangrado profuso de mucosas, irritabilidad a somnolencia, vómitos recurrentes), es pertinente realizar una consulta médica inmediata.
Por su parte, los síntomas de la fiebre chikungunya comienzan generalmente de 3 a 7 días después de la picadura del mosquito. El síntoma más común es la aparición repentina de fiebre, a menudo acompañada de dolor en las articulaciones. Otros síntomas que pueden aparecer son: dolor muscular; de cabeza; náuseas; fatiga y erupción cutánea. El fuerte dolor en las articulaciones por lo general dura unos pocos días, pero puede llegar a persistir durante meses, afectando la recuperación total y el regreso a las actividades cotidianas.
Por todo lo expuesto, ante la presencia de cualquiera de estos síntomas (tanto de dengue como de chikungunya) es muy importante realizar una consulta médica de manera temprana, no automedicarse y tomar medidas para evitar la picadura de mosquitos y de este modo impedir que sigan transmitiendo el virus.
Medidas de prevención de dengue y chikungunya
La principal forma de transmisión de estas enfermedades es por picaduras de mosquitos infectados. Es por ello que la medida más importante de prevención de dengue y chikungunya es la eliminación de todos los criaderos de mosquitos, es decir, de todos los recipientes que contengan agua, tanto en el interior de las viviendas como en sus alrededores (baldes; palanganas; tambores; portamacetas; bebederos; botellas retornables, etc.).
Si los recipientes no pueden quitarse porque se usan de modo frecuente, debe evitarse el acceso del mosquito a su interior (tapando tanques, aljibes y/o cisternas, por ejemplo) o procurar que no acumulen agua dándolos vuelta; vaciándolos y cepillándolos frecuentemente, o bien poniendo los mismos al resguardo bajo techo. También es recomendable colocar tela mosquitera en las rejillas de desagües.
Es de destacar que el mosquito adhiere sus huevos a las paredes de los recipientes, por lo que además se refuerza que es clave, además de cambiar el agua con frecuencia si no se puede eliminar los recipientes que la contienen, cepillar el interior de las paredes para eliminarlos.
Para evitar la picadura del mosquito se recomienda utilizar repelente siguiendo siempre las indicaciones del envase. Así mismo, se sugiere usar ropa de manga larga y colores claros. Para proteger a las y los bebés (que no pueden usar repelente), se deben colocar redes o tules sobre cunas y cochecitos. En relación al hogar, es importante disponer mosquiteros en puertas y ventanas y usar repelentes ambientales como tabletas, aerosoles (interior) o espirales (exterior).
La aplicación de insecticida mediante fumigación sólo sirve para eliminar mosquitos adultos siempre y cuando entren en contacto con el insecticida en el momento que es aplicado ya que el mismo no tiene poder residual y tampoco elimina formas inmaduras del mosquito (huevos, larvas y pupas); por lo que no es suficiente para controlar estas enfermedades si no se erradican los criaderos de nuevos mosquitos.
Por lo demás la fumigación está indicada sólo en situación de brote y bajo las indicaciones metodológicas de la normativa nacional vigente.