Cristina Kirchner, en una nueva estrategia para defenderse, publicó una carta en sus redes sociales el día previo al fallo de la Causa Vialidad, en la que se espera la confirmación de una condena por administración fraudulenta.
La ex presidenta asegura que la causa en su contra busca eliminarla definitivamente de la política, calificando el proceso como un intento de “proscripción”. Militantes afines han convocado una clase pública en las afueras de Comodoro Py, intentando desviar la atención hacia la narrativa de “lawfare”.
Kirchner sostiene que el verdadero objetivo de la justicia es inhabilitarla de por vida para ocupar cargos públicos. A pesar de las pruebas presentadas sobre la administración fraudulenta en las obras públicas, asegura que, como presidenta, no pudo haber cometido dicho delito.
Sin embargo, estas afirmaciones contrastan con el hecho de que fue su gobierno el que gestionó y autorizó los presupuestos en cuestión, destinando fondos multimillonarios que nunca llegaron a reflejarse en obras terminadas.
La ex presidenta descalificó la causa diciendo que “empezó como un show y va a terminar de la misma manera”. Recurriendo al humor, comparó su situación con la longevidad de Mirtha Legrand, insinuando que la justicia teme que se mantenga en la política. Esta comparación ha sido criticada como una estrategia de distracción frente a la falta de argumentos sólidos en su defensa.
Ataques de CFK a la justicia y comparaciones desproporcionadas
En su carta, Cristina Kirchner también comparó su situación con la de expresidentes como Fernando De la Rúa y Mauricio Macri, quienes, según ella, recibieron un trato más favorable de la justicia.
Sin embargo, estas comparaciones han sido cuestionadas debido a que ignoran las graves irregularidades atribuidas a su gestión, por las cuales fue procesada y luego condenada. Para algunos, esta es otra maniobra para desviar la atención de su responsabilidad en los fondos malversados.
Además, Kirchner acusó a la “persecución mediática-judicial” de intentar disciplinar a los líderes sociales y políticos, una afirmación que sus críticos consideran exagerada y dirigida a victimizarse. Esta narrativa busca posicionarla como una figura perseguida, en lugar de asumir las consecuencias de los cargos en su contra.
Cristina Kirchner se aferra a su poder y busca apoyo en la militancia
Como presidenta del Partido Justicialista, Kirchner concluyó con un mensaje desafiante: “Sepan que hagan lo que hagan, no van a hacerme callar”. Sin embargo, muchos consideran que sus declaraciones buscan encubrir el daño ocasionado al Estado y el desvío de fondos que caracterizaron su gobierno.
Mientras el país enfrenta nuevos desafíos económicos, su insistencia en mantener un discurso de victimización refleja un interés en conservar su influencia política, a pesar de los cargos en su contra.
Condena en la Causa Vialidad: una sentencia que marca la historia
En diciembre de 2022, Cristina Kirchner fue condenada a seis años de prisión y a inhabilitación perpetua para ejercer cargos públicos por administración fraudulenta.
La sentencia, fundamentada en pruebas contundentes y un extenso proceso judicial, destaca el desvío de fondos públicos bajo su gestión, con obras aprobadas y pagadas, pero nunca ejecutadas. Los fiscales Diego Luciani y Sergio Mola señalaron la “corrupción sistemática” en el caso, resaltando la gravedad de los delitos cometidos.
Mientras se espera la resolución de la Sala B en Comodoro Py, el país observa con atención un fallo que podría cerrar la puerta a un regreso de Cristina Kirchner al poder. De confirmarse la sentencia, marcaría un hito en la política argentina, donde la justicia ha comenzado a exigir cuentas a quienes han gestionado el país.