Una mujer apuñaló en el pecho a su expareja tras violar una restricción perimetral recíproca en la localidad de Tilisarao, en San Luis. Pese a la gravedad del hecho no irá presa sino que quedó detenida bajo custodia policial en su propia casa, ya que debe cuidar a sus hijas, una beba de 11 meses y una adolescente con una enfermedad.
En tanto, el hombre apuñalado permanece internado en observación en el Hospital Central Dr. Ramón Carrillo de la capital puntana, tras haber pasado casi 48 horas en la unidad de terapia intensiva.
El violento episodio que se conoció en las últimas horas ocurrió el viernes por la tarde cuando, pese a la prohibición de acercamiento ordenada por la Justicia, Andrea Lucero se presentó en la casa de su expareja dispuesta a matarlo y apenas este le abrió la puerta lo atacó con un cuchillo.
La víctima, Alexis Godoy, recibió una puñalada en el pecho que le produjo daño en sus pulmones, por lo que fue trasladado de urgencia al centro médico local y después al hospital Madre Catalina Rodríguez de la ciudad de Merlo. Después de ser estabilizado por los médicos, lo derivaron finalmente al Hospital Carillo, donde evoluciona favorablemente.
La investigación
Durante las últimas horas, el fiscal a cargo de la causa, Leonardo Navarini, afirmó que surgieron “contundentes elementos” como para incriminar a la expareja del apuñalado en el ataque, por lo que ordenó un allanamiento en la casa de la mujer, ubicada en 25 de Mayo y Tucumán, que se llevó a cabo este lunes por la tarde.
Según trascendió, los oficiales que participaron del procedimiento secuestraron en el lugar la ropa que habría usado la sospechosa al momento de la agresión.
A pesar de las evidencias reunidas, Lucero no fue encarcelada y quedó imputada en su vivienda, con una consigna policial, hasta que se le formulen cargos. Es que, antes de concretar la aprehensión, el representante del Ministerio Público Fiscal constató que en el mismo domicilio la mujer convive con una beba de once meses y otra joven de 16 años con discapacidad, que está a su cuidado y necesita total atención, ya que se alimenta por una bomba gástrica.
“Supimos por medio de ella que no hay quién pueda cuidar a su hija mayor, por lo que le explicamos que no se podrá mover de su domicilio y le hicimos saber su situación procesal”, informó Navarin, quien no obstante dejó una consigna policial en la puerta de la casa “para evitar una posible fuga o entorpecimiento del proceso”.