En las últimas horas se confirmó lo que el ambiente político sospechaba desde hace tiempo: la planta de Gas Natural Licuado (GNL) se instalará en Río Negro. La provincia de Buenos Aires disputaba la multimillonaria inversión pero la posición de extremo opositor de Axel Kicillof le restó posibilidades.
En contrapartida, el gobernador rionegrino, Alberto Weretilneck, se mostró abierto al diálogo con Nación y fue el primero en adherir al RIGI. La decisión del directorio de YPF fue unánime a su favor.
El desenlace se encaminó semanas atrás, cuando el propio presidente Javier Milei se pronunció públicamente a favor de los patagónicos. Esa presión política más la negativa del gobernador a adherir al Régimen de Incentivos a las Grandes Inversiones, terminaron de inclinar la balanza a favor de Punta Colorada.
Kicillof tenía en carpeta la creación de un RIGI propio, pero demoró su presentación en la Legislatura bonaerense, mientras repetía que el compromiso de hacer la inversión en Bahía Blanca era anterior a la medida impulsada por Milei.