Por Luis Rodríguez (*)
A poco más de dos meses de las elecciones en nuestra provincia, donde los salteños elegiremos gobernador, intendentes, diputados provinciales y concejales, el panorama para el electorado se pone oscuro y difuso.
No tiene que ver con dificultades a la hora de concurrir a las urnas el próximo 14 de mayo, ni mucho menos con entender lo que se elige, sino con quienes traicionan de manera flagrante a su electorado por minutos de notoriedad y ventajas competitivas a cualquier precio.
Hablamos del Partido Renovador de Salta, que bajo la conducción de Jorge Folloni - regresó al ruedo político tras estar años retirado - decide arrodillarse ante la facción más justicialista del oficialismo provincial sin brindar mayores explicaciones. Algo impensable en las épocas de Ulloa.
Las razones pueden ser varias y todas llevan a la misma pregunta ¿porque el partido creado por un militar represor de extrema derecha como Roberto Augusto Ulloa decepciona a su electorado – de nuevo- con una foto que devela la entrega y claudicación total de sus bases partidarias? Es decir, olvidando -si esto fuera posible- su historia y entregando su bandera decide apoyar a su némesis en la provincia, el justicialismo. La foto de ayer es a los fines políticos e ideológicos, como si se estableciera una fórmula política entre Fidel Castro y Javier Milei.
En este punto, sería una muestra de transparencia al electorado que desde el PRS expliquen cuáles son esos motivos y preguntarse:
• ¿Será que Jorge Folloni vendiendo al PRS y apoyando al oficialismo busca darle aire a su hijo, intendente de Campo Quijano?
• ¿Será una pasada de factura del presidente del PRS al romerismo?
• ¿Estará Jorge Folloni, reviviendo sus ansías de notoriedad política a costa de las ideas de su partido?
Para entender la primera pregunta hay que saber ¿Qué pasa en Quijano?
Para que se entienda el punto, la administración del actual intendente del Portal de Los Andes, Carlos Folloni - hijo de Jorge - es cuestionada por desmanejos, contrataciones extrañas y la negativa a brindar información a la justicia en relación al juicio que se sigue contra el ex intendente Manuel Cornejo.
No nos tendría que extrañar que el desprolijo apoyó del PRS al oficialismo, tenga como trasfondo que la provincia traccione la reelección de su vástago en Campo Quijano, a pesar de estar fuertemente cuestionado por los propios vecinos de la localidad, quienes ven una continuidad de Cornejo en las formas.
Para esto, hay que mencionar al concejal Ariel Gallardo (UCR), quien en dialogo con Agenda/Salta, denunció que el juicio por corrupción contra el ex intendente de la localidad, Manuel Cornejo, - quien les robó a los vecinos de Quijano -, no avanza en la justicia, porque la intendencia y el Concejo Deliberante, omitieron contestar pedidos de informes solicitados por los fiscales penales salteños.
El concejal, además denunció la contratación por parte de Carlos Folloni, a días de asumir en el cargo, de una “Fundación” para trabajos de desmalezado de manera irregular y que no tiene ningún tipo de explicación ni sustento. Pero que tiene al intendente preocupado, si no llegara a ser reelecto en el cargo.
Lo peor, en los últimos meses se conoció que Manuel Cornejo fue denunciado – de nuevo - por quedarse con una cifra significativa de dinero que el Gobierno Provincial, gestión Urtubey, le entregó a la Municipalidad de Quijano en 2019, un dinero destinado para pequeños productores de Potrero de Linares, en La Silleta.
En este caso, los investigadores esperan conocer si dicho dinero se encuentra o no, en las arcas de municipalidad, algo que Carlos Folloni no contesto hasta el momento a pesar de contar con las supuestas auditorías realizadas cuando asumió y que terminaron con Cornejo denunciado.
Jorge Oscar Folloni el justicialista menos pensado
La segunda pregunta apunta a la historia ¿Es un paso de factura de Folloni?
Si usted revisa la historia reciente, el apoyo de Jorge Folloni al oficialismo de corte justicialista puede responder a una espina clavada en los años noventas, cuando el ahora presidente del Partido Renovador sonaba como el sucesor del fundador del partido, Roberto Ulloa.
Eran las elecciones a gobernador de Salta del año 1.995, cuando Jorge Oscar Folloni, acompañado por el contador Julio César Loutaif, perdían la provincia a manos del justicialismo – ese mismo justicialismo al que hoy Folloni apoya-, sin olvidar que corría con el caballo del comisario. A la provincia la maneja el propio Ulloa. Ni así Jorge pudo en su momento.
La fórmula ganadora de ese año, fue la encabezaba por Juan Carlos Romero, que con el 47% de los votos se ungió como gobernador, relegando y casi haciendo desaparecer al partido PRS, que hoy lo vuelve a tener al entonces derrotado Folloni, como presidente.
En ese contexto y décadas más tarde, no es descabellado imaginar que Jorge Oscar Folloni, encuentra en el apellido Romero a una figura que lacera y despierta ese dolor dormido durante años. Folloni utiliza así, al Partido Renovador y a su electorado, para intentar una venganza por los años sin gloria que lo persiguieron tras la derrota. Folloni entrega el sello del partido y su pesada carga ideológica con el solo fin de satisfacer un deseo personal. En el ejército, eso se llama traición ¿Qué diría Roberto Augusto Ulloa?
La tercera tiene que ver con intentar volver al ruedo en el plano provincial de la peor manera: mediante la Transa
El Partido Renovador lleva años relegado en la provincia por peleas internas, falta de dirigentes que renueven la sangre y modernicen el discurso político del partido, pero manteniendo la línea de centro de derecha afín a su propio electorado.
Antes contestatario, El PRS, en los últimos días, pasó de ser un partido que denunció durante años a los oficialismos justicialistas en las cámaras legislativas, a un sin sentido que apoya a un candidato nacido en las huestes del propio Miguel Isa, veterano dirigente peronista alineado a Cristina Kirchner y que nada tiene que ver con las bases fundadoras del Partido Renovador de Salta. Ulloa jamás habría aprobado una acción de esta naturaleza. Folloni traiciona a cielo abierto al electorado conservador salteño que se sintió hasta ayer, representado por las ideas del ex gobernador de facto durante la dictadura de 1976.
De ahí que uno tiene que ponerse puntilloso y pensar que Jorge Folloni busca, abiertamente, no ser recordado como el perdedor de una elección a gobernador y posible causante de la casi desaparición de su propio partido durante una contienda electoral, sino, además, quien para “resarcirse” por la derrota propia, entregar su bandera y olvidar su ideología y el sostén de pensamiento del propio Partido Renovador de Salta.
Finalizando, la conclusión no es sencilla y queda a expensas de los propios renovadores, los de a pie, los de verdad. Son ellos los que tienen que poner sobre la balanza mediante su voto y acompañamiento a un candidato justicialista impuesto dentro de sus filas, Emiliano Durand, o se despegan y rechazan lo decidido por sus convencionales y dirigentes actuales para ser coherentes con su ideología e historia partidaria.
(*) Editor del Diario Agenda Salta
