Cumplirá la pena de diez años de prisión de ejecución efectiva por ser autor del delito de abuso sexual con acceso carnal doblemente calificado por el vínculo y la minoridad, y por la convivencia preexistente con la víctima.
El condenado deberá cumplir con la prisión domiciliaria hasta la realización de un nuevo diagnóstico médico, luego del cual se valorará su alojamiento en la cárcel de Tartagal. También se dispuso la extracción de muestras genética para su inscripción en los registros nacionales y provinciales de condenados por delitos contra la integridad sexual.
El 22 de marzo del año pasado el padre de la víctima, un niño de 3 años, denunció a su progenitor cuando advirtió que su hijo tenía conductas inusuales.
Cuando le preguntó al pequeño el porqué de sus acciones, él le contó que su abuelo lo tocaba en sus partes íntimas. Al momento de ser revisado por el médico legal, se certificaron las lesiones que acreditaron un acceso carnal.