En la Sala VII del Tribunal de Juicio comenzó la audiencia de debate en la causa seguida contra Joaquín Octavio Viñabal (25), alias “Gololo”, por homicidio calificado por el concurso premeditado de dos o más personas y por femicidio, en perjuicio de Agustina Fernanda Nieto.
Durante la primera jornada se leyó la requisitoria fiscal de elevación a juicio y se inició la recepción de pruebas testimoniales. El imputado se abstuvo de declarar por el momento.
Los primeros en comparecer fueron dos hermanas, un hermano y un primo de la víctima. Contaron a qué se dedicaba Agustina, quiénes eran sus amistades y se refirieron a su problema de adicción a las sustancias estupefacientes. También relataron de qué manera se enteraron de su muerte.
La ronda de testimoniales continuó con la declaración de la vecina de barrio San Benito que encontró el cuerpo de la víctima y de un policía de la Comisaría Décima.
Una de las hermanas de la damnificada contó que, al momento del hecho, Agustina trabajaba en una casa, haciendo la limpieza. La joven tenía un hijo de un año.
Dijo que por lo general residía en el domicilio de otra hermana, en San Luis, pero el día previo a su muerte había llegado a su casa con un bolso y le manifestó que sus intenciones eran quedarse. Los días previos había estado en la calle.
La testigo contó que Agustina consumía pasta base y que había períodos en que estaba bien y luego recaía. Cuando pasaba esto, se ausentaba por días y sus hermanos tenían que salir a buscarla. Uno de ellos, que declaró a continuación, precisó que él sabía dónde podía encontrarla. Usualmente estaba en Norte Grande o en Fraternidad. Sostuvo que sabía que la casa deshabitada de San Benito donde la encontraron sin vida también funcionaba como “aguantadero”, pero nunca había ido a buscar a su hermana a ese lugar.
Los familiares de la víctima señalaron que, luego del hecho, los vecinos de barrio comentaban que Agustina había sido víctima de un “ajuste de cuentas”. Según los rumores, ella le había sustraído sustancias prohibidas a un “tranza” y las había repartido.
Una de las hermanas de la damnificada refirió: “En palabras textuales, me dijeron que Agustina le reventó un canuto a un tranza y que por eso la mataron”.
Luego declaró la vecina que encontró el cuerpo de Agustina Nieto. La testigo repasó lo sucedido aquel día. Dijo que ella acababa de mudarse a barrio San Benito y que había dejado todas sus cosas en la nueva casa, situada cerca de la construcción abandonada.
La mujer refirió que esa noche no durmió allí y que cuando llegó, luego de su jornada laboral, se dio con que le habían robado todas sus pertenencias. Salió a la calle y encontró a una vecina que le dijo que los robos eran “normales” en el barrio. Seguidamente le comentó que poco antes le habían robado a otra señora y que después encontraron parte del botín oculto en la casa abandonada.
Se dirigió al lugar con la esperanza de recuperar sus cosas y fue entonces que descubrió el cuerpo de la joven. Al describir la escena, precisó que la mujer estaba boca arriba, semidesnuda. Dijo que salió gritando del lugar y le avisó a unos vecinos, que luego llamaron a la policía.
El policía que declaró luego contó que acudió al lugar del hecho a partir de una llamada al Sistema de Emergencia 911. Solo hizo cobertura externa y realizó algunas entrevistas a vecinos. Comentó que sabía, por tareas investigativas realizadas en la comisaría, que en el baldío donde ocurrió el hecho solían juntarse personas con problemas de adicciones. Dijo que los integrantes de un grupo denominado “Los poseídos” estaban entre quienes frecuentaban el lugar.
El juicio unipersonal es presidido por el juez Federico Diez. Por el Ministerio Público interviene la fiscal Mónica Poma. La defensa del imputado está a cargo de Roberto Adrián Reyes.
El hecho ocurrió el 10 de noviembre de 2018 en barrio San Benito de la ciudad de Salta.
Según la requisitoria fiscal de elevación a juicio, esa noche Agustina Fernanda Nieto concurrió a una construcción abandonada donde se encontraba Viñabal con otras personas no identificadas. En ese contexto, alrededor de las 7 de la mañana, le quitaron la vida a la joven, presumiblemente mediante compresión del cuello y sofocación manual (taponamiento de la boca).