Le impuso por ello la pena de dos años de prisión de ejecución condicional, y el pago de una multa de veintiocho mil quinientos pesos. Además, durante dos años deberá fijar domicilio y someterse al cuidado de la Dirección de Inserción Social y Supervisión de Presos y Liberados, con la obligación de comunicar al Tribunal cualquier cambio.
Además deberá abstenerse de consumir bebidas alcohólicas o sustancias estupefacientes. Por último, no podrá cometer nuevo delito.
En caso de incumplir alguna de estas reglas de conducta podría dejarse sin efecto la modalidad condicional de la pena que se le impuso, que sería de cumplimiento efectivo.