Jairo era un perro de la calle que cuidaban todos los vecinos del barrio 20 de febrero sobre calle Moreno. En la jornada del miércoles los vecinos comentaron que llegaron en horas de la tarde y se dieron con el animal que caminaba con dificultad y tenía los ojos desorbitados, al revisarlo notaron que había sido ultrajado sexualmente y además drogado.
Los vecinos aseguraron que llamaron al 911 pero no encontraron respuesta, tampoco de algún veterinario ya que las guardias veterinarias no funcionan en Orán, detalló el medio Bien Informados.
Asimismo, exigen el funcionamiento de fiscalías en protección de los animales y una guardia pediátrica permanente, además de la intervención de la policía por la inseguridad que se vive en el sector.
Fuente QPS