Un violento episodio de violencia de género y amenazas de muerte protagonizó supuestamente ayer un médico de guardia del hospital Joaquín Castellanos frente al mismo del nosocomio. Según una denuncia, agredió verbalmente a una mujer y luego la empujó contra un automóvil estacionado.
El suceso ocurrió enfrente del nosocomio, en un lugar donde convergen distintos negocios. Lo cierto es que el propietario de un hostal, que se hallaba en el interior del mismo, escuchó los pedidos de auxilio de la mujer y cuando salió se encontró con su esposa, que era agredida por un médico. El hombre, en su denuncia penal, asegura que quiso separar al mismo y calmar los ánimos iterponiéndose con sus manos para que no agreda físicamente a su esposa, pero fue en vano, ya que el médico le tomó la mano y le mordió el dedo índice y por poco le amputa una falange.
Los gritos de dolor del hombre y los alaridos de la mujer hicieron que una patrulla asignada al nosocomio fuera de inmediato y controlara los desmanes, pero no pudo evitar que la furia continuara de manera verbal. Adriana Socorro Juárez, la propietaria del hostal, dijo en su denuncia penal que había puesto unos conos en la calle para que estacionara la ambulancia, como todos los días y que en un momento dado apareció el medico en su automóvil VW Passat de color azul vociferando “quien mierda son uds. quiénes se creen, los dueños del pueblo para colocar los conos”, y acto seguido la empujó y la derribó contra un auto estacionado.
“Allí -según la mujer- apareció su esposo y quiso evitar que me golpeara, y en un movimiento le mordió un dedo”.
La mujer expresó sus deseos de ser examinada por un médico, pero no en esa guardia. En tanto, el otro denunciante dijo que él solo salió a defender a su esposa y que terminó lesionado en su mano.
El hombre indicó en su queja que el agresor es médico de guardia del hospital Joaquín Castellanos de General Güemes y en todo momento chapeó con tener influencias, ya que es o fue candidato a diputado provincial.
Lo peor es que el médico no se quedó tranquilo y amenazó de muerte al hombre, diciéndole que si llegaba a ingresar al hospital iba salir con los pies adelante.
Esta frase quedó asentada en la denuncia como una clara y evidente amenaza de muerte en contra del dueño del hostal y esposo de la mujer agredida en la calle, según consignó EL Tribuno, por el solo hecho de reservar un lugar para la ambulancia pública.
