La jueza Mónica Faber, vocal de la Sala V del Tribunal de Juicio, revocó la medida sustitutiva de arresto domiciliario que venía cumpliendo el acusado y ordenó su ingreso a la Unidad Carcelaria 1. Se ofició a la Unidad del Arresto Domiciliario por Monitoreo Electrónico (UADME) para que se le retire al acusado el dispositivo de geolocalización.
Finalmente, la jueza ordenó la extracción de material genético del imputado para su inscripción en el banco de datos correspondiente.
La denuncia fue presentada por la madre de la víctima (17). Contó que en diciembre de 2021 su hija concurrió a la casa de su padre, en Campo Santo, porque con sus compañeros de escuela habían acordado realizar allí un festejo de egresados. El imputado también asistió pues concurría al mismo curso.
La damnificada había tenido con él una relación de noviazgo de alrededor de tres años pero hacía cinco meses que había llegado a su fin por decisión de ella, debido a sus actitudes violentas y a sus celos.
La víctima contó que, durante la noche del festejo, el acusado comenzó a hostigarla para que volviera con él. Cansada, como a las tres de la mañana, llamó a un amigo y se fue de la casa. Cuando volvió, a las seis, el imputado seguía ahí: estaba durmiendo en uno de los cuartos. En ese momento el padre de la damnificada estaba saliendo rumbo a su trabajo. Ella decidió acostarse en otra habitación. Fue entonces cuando se le presentó el acusado, se le subió encima, le tapó la boca y le dijo que si gritaba o decía algo le iba a pegar. Le bajó la ropa y la accedió carnalmente. Luego él se fue y ella le avisó a su hermana –que dormía en otra habitación- lo sucedido.
La damnificada manifestó que, durante su noviazgo, el imputado ya la había forzado a mantener relaciones sin su consentimiento.
