Durante un operativo realizado en Tartagal, fuerzas de seguridad decomisaron mercadería extranjera que ingresó de forma ilegal al país. Entre los productos incautados se encontraban gaseosas y una gran cantidad de huevos de origen boliviano.
El ingreso clandestino de alimentos desde el país vecino es una práctica cada vez más común en la frontera norte. Según informaron fuentes oficiales, uno de los productos que más preocupa es el huevo, ya que su transporte sin los controles adecuados representa un serio riesgo para la salud. Especialistas advierten sobre la posibilidad de transmisión de salmonela y otras enfermedades.
Además del peligro sanitario, el contrabando de huevos genera un fuerte impacto económico en los productores locales, que deben competir con precios imposibles y sin las mismas exigencias legales.