¿Penas blandas? ¿Justicia exprés? ¿Quedan desprotegidas las víctimas? La historia se repite contantemente en Salta, a veces pareciera que lo que se espera que es que las situaciones lleguen al límite. En tanto esto sucede cotidianamente, las cifras de violencia continuan creciendo. De momento parece que no hay voluntad de endurecer las penas para que quienes ejercen violencia se lo piensen un poco antes de cometer los hechos.
Sucedió en Salta capital, en donde la denunciante se encontraba en su domicilio junto a su pareja, con quien convive hace nueve años. Como ya sucedía casi cotidianamente se produjo una discusión por la cual el hombre de 51 años comenzó a reclamarle por cuestiones económicas. Después, sin mediar la lógica, el sujeto le pegó.
La mujer contó que no era la primera vez que esto sucedía, que el hombre la golpeara. También agregó que no lo había denunciado nunca porque pensaba que iba a cambiar, algo que jamás sucede. Agregó, además, que siempre la insultaba y le decía que se vaya de la casa. Es ridículo, ya que la misma es de propiedad de la víctima.
Así, el juez de la Sala VII del Tribunal de Juicio, Francisco Mascarello condenó al hombre por haber cometido el delito de lesiones doblemente agravadas por la relación de pareja preexistente y por el género.
El violento cumplirá la pena de seis meses de prisión de ejecución condicional y dos años de reglas de conducta. En ese sentido, el hombre deberá fijar domicilio y someterse al cuidado de la Dirección de Inserción Social y Supervisión de Liberados. No cometerá nuevo delito y deberá abstenerse de consumir bebidas alcohólicas y sustancias estupefacientes.
Además, tendrá prohibido ejercer actos de violencia física o psicológica en perjuicio de la denunciante, y tampoco podrá acercarse a ella, a su domicilio y lugares que frecuente. Por último, deberá realizar tratamiento psicológico vinculado a la problemática de violencia de género.
En caso de incumplir alguna de estas reglas de conducta podría dejarse sin efecto la modalidad condicional de la pena que se le impuso, que sería de cumplimiento efectivo.
Queda en el aire la sensaciópn de que la justicia, al igual que los otros poderes, corre bajo la necesidad de anunciar. No importa como ni que, solamente anunciar. Así, los juicios abreviados y las sentencias blandas, domiciliarias y cortas, están a la orden del día. En tanto, en la provincia, las cifras de violencia de género crecen, las muertes por esta causa también. Pareciera que nadie busca una solución real a la problemática.
