El 16 de julio de 2012, cuando en Salta todavía duraba la conmoción por el crimen -un año antes- de las turistas francesas Cassandre Bouvier y Houria Moumni y se buscaba a María Cash por toda la provincia, Yanina Nüesch (16) y Luján Peñalva (19) aparecieron ahorcadas en un árbol.
Habían pasado 56 horas desde que testigos dijeron haberlas visto en la parada de un colectivo. Las chicas se conocían del barrio, eran amigas y planeaban dirigirse al trabajo de Gustavo Peñalva. Su hija le había comentado que tenía algo importante que decirle.
Los cuerpos de Yanina y Luján fueron encontrados colgados de la misma soga con dos lazos corredizos en un árbol junto al canal Río Ancho, en el barrio San Carlos. La hipótesis de un pacto suicida ganó terreno rápidamente: la autopsia determinó que las muertes se habían producido por asfixia por ahorcamiento, y descartó indicios de golpes y abuso sexual.
A la vez, sus novios exhibieron -por separado- mensajes de texto donde presuntamente ambas amenazaban con matarse debido a que sus familias se oponían a que continuaran la relación.
En febrero de 2014, sin que se constatara la participación de terceras personas en el hecho, el juez Pablo Farah concluyó que ambas se habían quitado la vida. La causa, entonces, fue archivada y aquel fallo dividió a las dos familias: mientras los Nüesch abonaron la teoría del suicidio, los Peñalva insistían en que ambas habían sido asesinadas. Aseguraban que Luján tenía una promisoria carrera musical, que era feliz, que no tenía razones para matarse. Y acusaban a Exequiel Fredes, su pareja, de ser el autor.
Antes de que las encontraran ahorcadas, Luján y Yanina estuvieron dos días desaparecidas. (Foto: Facebook)
Tres años más tarde, tras una iniciativa de Marisa Peñalva -tía de Luján-, un grupo de peritos estadounidenses presentó un estudio que concluía que se había tratado de un doble crimen y no de un suicidio.
Resaltaron signos de violencia desestimados en la investigación oficial, como una mancha de sangre en el pantalón de Luján que había sido considerada como menstrual; y afirmaron que el uso de narcóticos (como alguna sustancia que hubiera inhibido la voluntad de las chicas) no había sido descartado del todo. También señalaron que en el suéter de una de las jóvenes había ADN masculino, y que en el lugar se había encontrado una huella de calzado distinta al que ellas portaban.
La tía de Luján: “Son 10 años de una mano negra en la Justicia de Salta”
La causa fue reabierta en 2018 y recibió la carátula de “muerte dudosa” por parte de la jueza Mónica Mukdsi, que en simultáneo ordenó una reconstrucción del hecho en el mismo árbol donde aparecieron sin vida.
La etapa de instrucción estuvo marcada por cruces entre los peritos oficiales y los de parte en torno a las pruebas para determinar cómo se habían producido las muertes. En mayo del año pasado, Mukdsi determinó que se había tratado de un doble suicidio y dispuso el archivo definitivo de la causa. Los Peñalva no se rinden y ahora buscan que el caso llegue a instancias judiciales internacionales.
Luján tenía 19 años y una promisoria carrera como cantante. (Foto: Facebook)
“Son 10 años de una mano negra detrás de la Justicia de Salta”, aseguró Marisa Peñalva. “Podrán haber dejado sin justicia a Luján, a Yanina y a muchas más. Podrán dejar a los asesinos libres e imputarnos por buscar justicia, pero nunca podrán escapar de la justicia divina”.
La reconstrucción de la escena
En 2018, la escena fue reconstruida en el mismo árbol donde las chicas aparecieron muertas. (Foto: gentileza El Tribuno)
En los meses previos al fallo definitivo, tanto la tía como el padre de Luján fueron procesados por los delitos de amenazas, desobediencia judicial y atentado a la autoridad en perjuicio de los jueces Farah, Martín Pérez y Pablo Arancibia; los fiscales María Luján Sodero Calvet, Ramiro Ramos Ossorio y Pablo Rivero; y el procurador de la provincia, Abel Cornejo.
TN dialogó con una alta fuente judicial, que pidió reserva de identidad. “Mi función fue la de revisar el archivo que oportunamente se dictó y que concluyó que era un doble suicidio”, dijo. Y continuó: “Conforme a mi parecer, efectivamente se trató de un suicidio. No hubo intervención de terceras personas en el hecho”.
Yanina Nüesch y Luján Peñalva: qué dice el fallo que archivó definitivamente la causa
“No puede sostenerse ni en grado de probabilidad o sospecha que estemos ante un hecho criminal en el que hayan participado los novios de las jóvenes, Exequiel Fredes o Iván Ortega (novio de Yanina), ni otras personas”, indicó Mukdsi en su resolución.
La jueza aseguró que el análisis de las ropas y los elementos de las chicas descartó la existencia de ADN de terceras personas: “Las prendas de vestir no presentaban roturas o estiramientos, ni señales de manipulación o signos de defensa. Tampoco se encontró ADN de terceros en la soga utilizada”.
Yanina tenía 16 años. Su familia abonó la hipótesis del suicidio. (Foto: Facebook)
Indicó también que el análisis bioquímico no detectó sustancias de interés toxicológico en ninguna de las muestras de las jóvenes, y desestimó así que hayan sido drogadas.
La resolución menciona que la idea del suicidio ya estaba instalada en Luján. Y que, en los días previos a la desaparición, Yanina había tenido conversaciones con amigos donde expresaba sus intenciones de quitarse la vida.