El hombre de 31 años era maestro mayor de obra además de docente en la escuela a la que asistía la víctima y fue condenado por acoso virtual (grooming) a la pena de un año y seis meses de prisión de ejecución condicional.
La denuncia fue presentada por el padre de la adolescente de 16 años, alumna del profesor en un taller de albañilería que dictaba en el tercer año de la escuela.
La menor lo había llamado a su papá para contarle que su profe la acosaba. La adolescente le contó que en julio de 2024, el profesor comenzó a enviarle mensajes por whatsapp. En estos mensajes, el adulto intentaba manipular a la joven para que accediera a encuentros fuera del ámbito escolar a cambio de obtener buenas calificaciones en su taller. Los mensajes, de acuerdo con la denuncia, incluían ofrecimientos directos como "¿Te querés ganar la nota del segundo trimestre? Una botella de vodka y una hora y listo".
También le contó que algunas veces, mientras se encontraba en el patio de la escuela, el acusado la sujetaba por la cintura y los brazos, al igual que a otras compañeras. La preocupación del denunciante se intensificó cuando supo que dos compañeras de su hija, que también habrían sufrido el mismo acoso, decidieron cambiarse de colegio.
La Fiscalía Penal Especializada en Ciberdelincuencia tomó intervención en el caso y, tras las investigaciones preliminares, solicitó la detención del docente que fue ordenada luego por el juez de Garantías en turno.
Finalmente, en la audiencia flexible y multipropósito celebrada ante la jueza de Garantías Ada Zunino, se llegó a un acuerdo de juicio abreviado. Durante la audiencia, el acusado reconoció su participación y responsabilidad en los hechos imputados y manifestó su conformidad con la pena acordada, ofreciendo además disculpas a la víctima y a su familia por el daño y las molestias ocasionadas.
La representante del Ministerio Público Pupilar informó a la jueza que había mantenido una conversación previa con la víctima y sus representantes legales, quienes también prestaron su conformidad con lo acordado.
Debido a la modalidad de la pena impuesta, se ordenó su libertad, aunque esta dependerá del cumplimiento de una serie de reglas de conducta por el término de dos años. Entre estas reglas, se destacó la prohibición de acercamiento en un radio de seiscientos metros respecto de la denunciante y su grupo familiar, y la obligación de someterse a tratamiento psicológico previo dictamen médico sobre su idoneidad y necesidad. Otro punto importante de la sentencia es la inhabilitación para ejercer la docencia por el término de la condena.
Juicio para un psiquiatra
La fiscal penal 3 de la Unidad de Delitos contra la Integridad Sexual, Luján Sodero Calvet, requirió al Juzgado de Garantías 4 la elevación a juicio de la causa contra un médico psiquiatra por los delitos de abuso sexual simple (tres hechos), en concurso real, en perjuicio de una mujer; y otros tres hechos del mismo delito en perjuicio de una menor de edad y dos mujeres más.
La intervención de UDIS inició el 1 de febrero de 2024, tras la denuncia de una mujer que afirmó haber sido sometida a tocamientos en tres ocasiones por un médico psiquiatra en su lugar de trabajo.
Al iniciar la investigación, la fiscal Sodero Calvet verificó si el denunciado tenía antecedentes. El sistema informático reveló que en 2016, una joven de 17 años lo había denunciado por tocamientos durante una consulta.