Cuentan vecinos de Pasteur al 2800, en Virreyes -partido de San Fernando-, que Rosa Quiñónez (49) dormía con un cuchillo bajo el colchón. La mujer, de 49 años y nacionalidad paraguaya, asesinó a su esposo a puñaladas durante la mañana del jueves y tres horas más tarde se entregó.
Uno de los hijos de la pareja se despertó tras escuchar una serie de golpes y encontró el cadáver de Héctor López (44) tendido sobre la cama. A su lado estaba el arma homicida, mientras Quiñónez había escapado del lugar.
“Me cansé”: la Justicia investiga si la detenida sufría violencia de género
La mujer, que trabaja como empleada doméstica, se presentó en la Comisaria 2° de San Fernando y confesó el hecho. Según confiaron vecinos de la zona, en el medio visitó a una amiga en un local comercial y le dijo: “Me cansé”.
La Policía secuestró dos prendas de la mujer que tenían manchas de sangre y el cuchillo presuntamente utilizado para cometer el crimen.
Quiñónez quedó detenida bajo la acusación de homicidio agravado por el vínculo. La fiscalía busca determinar el móvil del crimen e indagará a la mujer.
Una de las hipótesis es que la imputada sufría violencia de género y decidió matar a su esposo. También se investiga si el ataque se produjo luego de que el hombre confesara que había iniciado una relación con otra mujer.
El hijo de la pareja: “Mis papás cenaron sin ningún problema y se fueron a dormir”
Ariel (19), hijo de ambos, negó peleas en la previa al ataque. “Mis papás cenaron sin ningún problema y se fueron a dormir. A las siete de la mañana escuché un golpe y, cuando me asomé, vi a mi papá bañado en sangre”, dijo a la Policía.
Vecinos relataron que Rosa y Héctor estaban separados hace un tiempo, aunque mantenían una buena relación. La víctima trabajaba como chef y planeaba realizar un trabajo junto a su hijo durante la mañana.