Un hombre de 36 años denunció en la Comisaría 4º de Moreno que habían secuestrado a su pareja y que pedían US$100.000 para regresarla con vida. Sin embargo, el secuestro era falso. Horas después, Juan Darío Sanabria Báez confesó que había asesinado a quien era madre de sus cinco hijos.
El cuerpo de la víctima de 29 años, Nilda Rosa González Ojeda, fue descuartizado y las partes fueron arrojadas al pozo ciego de la casa. En tanto, los miembros superiores e inferiores aparecieron en un descampado ubicado en la avenida San Fernando, del barrio El Quijote, donde personal de la Policía Científica realizó los peritajes.
Cómo fue el falso secuestro extorsivo
El viernes al mediodía, Sanabria Báez se presentó en la comisaría local y denunció que su esposa, madre de sus cinco hijos, era víctima de un secuestro extorsivo. Declaró también que había recibido un llamado de los delincuentes exigiéndole una suma de US$100.000 para devolverla con vida.
Según sus dichos, los captores le enviaron mensajes de WhatsApp desde el celular de ella en los que le exigieron la entrega del dinero para liberarla, caso contrario la iban a matar y vender sus órganos. Ante esa denuncia, los investigadores de la Justicia federal de Morón analizaron los teléfonos de la pareja y determinaron que la última ubicación de ambos aparatos fue en la ruta 24. Con este dato, se confirmó que el matrimonio permanecía junto en ese momento.
El relato llamó la atención de los efectivos y durante el interrogatorio policial el femicida se quebró y confesó haber asesinado a Nilda Rosa González Ojeda entre la noche del jueves y la madrugada del viernes. Primero la apuñaló y luego, en el baño, la descuartizó. La escena del crimen fue la casa familiar ubicada sobre la calle Azteca, a 200 metros del cruce con la calle General Fructuoso Rivera.
De acuerdo a lo que contó el asesino, llevó la cabeza y el torso hasta el campo El Quijote. Después, arrojó los brazos y piernas en el pozo ciego del predio de su casa, que compartían con los padres y un hermano de Sanabria Báez.
Personal de la DDI realizó un rastrillaje por la zona hasta que halló la mochila con las partes de la mujer. Por su parte, Bomberos Voluntarios y especialistas de la Policía Científica trabajaron durante la madrugada de este sábado en el pozo ciego donde estarían los miembros, pero no hallaron nada. Retomaron la tarea esta mañana con el apoyo de un camión atmosférico.
La confesión de Juan Darío Sanabria Báez no tiene validez legal porque fue ante la Policía. Se prevé que mañana domingo sea indagado por la Justicia.