Un exprofesor de taekwondo salteño, condenado en agosto de 2016 a ocho años y seis meses de prisión efectiva por abuso sexual en perjuicio de seis menores, luego de purgar la pena volvió a ser denunciado por el mismo delito.
Esta vez fue un familiar quien acusó al "pedófilo" de haber abusado de sus dos hijas de 9 y 7 años. Intervino la Unidad de Delitos contra la Integridad Sexual 1 desde donde, previa consulta al Juzgado de Garantías interviniente, dieron lugar a la detención del hombre.
El hecho, denunciado hace diez días por familiares de las víctimas, trascendió el viernes, la acusación se radicó en la comisaría 103, donde expusieron el calvario que las pequeñas contaron.
Como suele suceder en este tipo de hechos, la víctima se encuentra atormentada por su victimario, las amenazas de éste y el consecuente temor que infunde muchas veces paraliza a los menores, quienes están sujetos a los movimientos ajedrecísticos del abusador.
Según especialistas, en el contexto de la pedofilia el abuso sexual se lleva a cabo cuando hay contactos e interacciones entre un niño y un adulto, cuando este último utiliza a su víctima para estimular sexualmente sus deseos.
Se trata de un trastorno sexual clasificado dentro de las "parafilias" que serían desviaciones sexuales o perversiones donde la fuente de placer está caracterizada por fantasías y comportamientos que abarcan "desde objetos no humanos hasta el sufrimiento o humillación de uno mismo, la pareja, niños o adultos no consensuales", resume el profesional Eduardo Bieber.
Manoseos
El perverso volvió a actuar. Impulsado por sus fantasías, el exprofesor de una arte marcial volvió a atacar esta vez en contra de sus sobrinas de 9 y 7 años. Al parecer, en más de una oportunidad las niñas fueron ultrajadas por el exprofesor. La mayor de las hermanas contó en su entorno familiar que su tío la manoseaba y tocaba sus partes íntimas. Sostuvo que el sujeto la amenazaba con echarlas de su casa si contaba a alguien de la familia lo sucedido.
La menor también se animó a contar el ultraje al que fue expuesta junto a su hermana, ambas inmersas en las garras de su tío. La pequeña expuso que su tío, al igual que con su hermana, la tocaba en sus partes íntimas, exteriorizando mucho miedo por lo que pudiera hacer el exprofesor de taekwondo.
El fiscal interviniente, del UDIS 1, tras recibir la denuncia dispuso que intervenga la Asesoría de Menores e Incapaces, asimismo una consigna policial fija en la vivienda de las damnificadas y se proceda a la demora del denunciado luego de realizar las consultas pertinentes con al Juzgado de Garantías 3, desde donde dieron el visto bueno y detuvieron al acusado.
La expareja del pedófilo ya lo había advertido
La expareja del ahora detenido nuevamente por abuso sexual contra menores de edad, en 2015 había advertido su preocupación por si el sujeto quedaba en libertad. Por aquel entonces, y en diálogo con El Tribuno, la mujer sostuvo que "si bien ahora está preso, el hecho de que pueda quedar en libertad me aterra. Es un tipo muy violento, capaz de cualquier cosa".
"Más allá del miedo que me mantuvo cautiva de todo, entiendo también que no puedo callar una situación tan grave", contó hace siete años quien fuera expareja del abusador.
"Cuando yo lo conocí él alquilaba una piecita en un barrio de la ciudad, era una casa donde vivían dos nenas. Una vuelta cuando lo fui a visitar estaba con una de ellas -la menor- en la cama de su pieza, viendo tele con las luces apagadas. Recién estábamos comenzando con la relación y le decía que no podía estar así con la niña, sus respuestas siempre fueron que yo tenía la mente podrida", señaló la exmujer del profesor de artes marciales. La expareja sostuvo que él tenía mucho poder de convencimiento y solía salirse con la suya para que nadie sospechara de sus conductas.
La primera causa
En la primera acusación que tuvo el exprofesor, posteriormente condenado, fueron las madres de las nenas quienes radicaron la denuncia. La alarma se encendió el 11 de febrero de 2014, cuando una de las mamás le estaba leyendo un texto de educación sexual a su hija de ocho años, y ella le dijo: "Entonces decile al entrenador que me deje de molestar". A partir de ese momento salieron a la luz otros aberrantes hechos, las niñas fueron sometidas al sistema de seguridad cerrado de cámara Gesell.
Fuente El Tribuno