Durante la jornada declaró ante la justicia la ex novia de Javier Saavedra, quien intentó desvincularlo del hecho. "El chino" quedó marcado por el cotejo de ADN en la escena del crimen de de Jimena Salas, asesinada el 27 de enero de 2017.
La defensa de Saavedra presentó varios testigos, cómo familiares, amigos, dos sacerdotes de la parroquia en la que el imputado realizaba tareas humanitarias.
La mujer de 27 años se presentó en la Unidad de Graves Atentados contra las Personas para hablar en favor de su ex pareja.
En su declaración usó la misma coartada que la defensa viene sosteniendo: la participación de los preparativos de un festival que se hizo en Villa Floresta
Explicó que se hizo en un predio recuperado, donde se armó una cancha de fútbol, tareas que se ejecutaron con ayuda de jóvenes de esa barriada para “incentivar la música”. Dijo que ese día, habría ido “con Javier, antes del mediodía, para acomodar el lugar, poner las sillas y demás”.
A preguntas de la defensa, sostuvo que, junto a Javier, con quien estaba de novio entonces, habrían ido varias veces, aunque no fue precisa respecto a las fechas y cantidad de veces que estuvo con el acusado en dicho lugar. Respecto al 28 de enero, dijo que él se dedicó a “ayudar en el armado del escenario”.
