Un fuerte viento, al cual algunos describieron como huracanados, azotaron el centro de la ciudad de Campo Santo, parte de General Güemes y el paraje Torzalito, dejando árboles caídos y casas destechadas.
El temporal dio inicio alrededor de las 15 de este jueves y se prolongó por espacio de una hora, atenuando sustancialmente su intensidad, en la medida que transcurría el tiempo.
Lo que parece haberse convertido en algo habitual, volvió a afectar al Valle de Sianca: una cola de tornado, apelativo popular para este tipo de fenómenos naturales.
El viento fuerte dejó un desastre a su paso
En diálogo con El Tribuno, la presidenta del Centro de Jubilados Fuerte de Cobos de Campo Santo detalló con lujo de detalles el terror y la angustia que se vivió. "Fue de terror; los árboles se doblaban hasta el piso. El viento levantó toda la tierra que pudo, no se veía nada; los cables se movían como si alguien estuviera jugando con ellos. Llegué a pensar que se perdía el mundo, fue tremendo; no puedo parar de llorar, me arrodillé a rezar, tenía mucho miedo. Por suerte solo se voló la chapa en la casa de una vecina, pero el agua ingresó en muchas viviendas. Gracias a Dios fueron pocas las consecuencias, los techos no se volaron porque son muy antiguos con material muy pesado, muchos sostenidos con grandes piedras", indicó la mujer todavía consternada.
Derrumbe de una casa y mujer herida
En la tarde de hoy tres casas sufrieron la voladura total de su techo y una de ellas colapsó, atrapando en su interior a una persona quién fue rescatada por personal de Defensa Civil, siendo trasladada al hospital Joaquín Castellanos, con heridas de mediana consideración.