El hecho inicio a las 11.30 de la mañana cuando el olor empezó a inundar la zona, en menos de media hora el hedor era nauseabundo. Agenda/Salta dialogó con Nicolás, un vecino del barrio que nos relató su experiencia ante esta situación.
Las alarmas sonaron dentro de la fábrica y se procedió a la evacuación de personal. ‘’La gente se tapaba con barbijos, estaban con muchas nauseas. En los posteriores 15 minutos aproximadamente se hicieron presentes las autoridades. ‘’Hubo un caso de un niño de 5 años que tuvieron que ponerle oxígeno’’.
Los especialistas advierten que el amoníaco es un gas fuerte e incoloro y que la intoxicación puede ocurrir si se inhala dicho gas, o si una persona ingiere o toca productos que contengan cantidades muy grandes de amoníaco.
También advierten que el amoníaco es corrosivo a la piel, ojos y pulmones, aun en concentraciones bajas en el aire. Y que los síntomas de exposición al amoníaco anhidro pueden incluir quemaduras a la piel y a los ojos, dolor de garganta severo, y tos/respiración con silbido.
No es la primera vez que ocurre
‘’Llego a pasar un derrame de ácido supuestamente sin intención, cuando paso eso, hubo varios accidentes, el olor era inaguantable y tuvieron que hacer una limpieza general’’. A pesar de todo esto nunca hubo un acercamiento por parte de los directivos, para saber cómo se encontraban y en que mejorar sus cuestiones de salubridad para con el barrio.
El recordado incidente, ocurrió en septiembre del 2.018, cuando por la rotura de una cañería de la Cervecera, se produjo el derrame de cloruro férrico, lo que provocó pánico y accidentes. Entre los más recordados, se encuentras los siete motociclistas que se cayeron por el líquido sobre el asfalto, de los cuales cuatro fueron derivados al hospital San Bernardo porque sufrieron reacciones en las vías nasales y la piel, al haber tomado contacto con el cloruro férrico.
No piensan en retirarse, sino en ampliarse
Según el vecino, existe un conflicto entre la empresa, y un sector de la manzana donde se encuentra instalada. Se debe a que la industria pretende comprar el terreno y ampliar el edificio, es por ello que existen presiones para aquellos vecinos que no quieren vender.
Sobre el traslado, Nicolás opina que ‘’Esto se debió realizar hace bastante, ahora cada vez es más grande esto y es imposible sacarlos, pero deberían hacerlo no solo por nosotros, sino también porque a metros tienen el hospital donde asisten embarazadas, niños recién nacidos que necesitan un ambiente salubre’’.
Para finalizar reflexiono ‘’Las autoridades provinciales están esperando que pase algo grave para tener mano firme’’. Esperando que el Consejo Deliberante y el Poder Ejecutivo hagan algo al respecto, como el trasladado obligatorio de la planta al Parque Industrial.