Se lleva adelante la segunda jornada del juicio contra Pablo Marcelo Rangeón, el productor de modelos acusado por los delitos de abuso sexual con acceso carnal continuado en perjuicio de seis mujeres y por estafa contra algunas de ellas.
Durante la primera audiencia, Sabrina Gerez -la única denunciante cuya identidad es pública- pidió que el acusado sea retirado de la sala para no sentirse presionada y manifestó haber vivido un calvario durante cuatro años, desde 2016 cuando aceptó vivir con su pequeña hija en un departamento de propiedad de Rangeón.
Gerez también dijo que sufrió hechos de violencia física y sexual en forma reiterada, que la drogaban y que al otro día no recordaba nada de lo sucedido, y que no se animaba a denunciar por las amenazas que tenía y por los contactos políticos del acusado.
A su tiempo, Rangeón -quien en un principio se había negado a declarar- finalmente habló y negó los hechos afirmando que los contactos con políticos eran de Gerez, ya que mantenía encuentros íntimos con muchos de ellos. Además, amenazó con publicar los nombres dado que algunos le habían solicitado servicios de prostitución.
Hoy declaró otra denunciante que contó que además de los abusos fue estafada por Rangeón con dinero que le dio por el alquiler de un monoambiente en el barrio El Huaico y también una perito psicológica, entre otros testigos.
En diálogo con la periodista Silvia Noviasky -Radio Nacional Salta-, Geréz contó que decidió denunciar públicamente su caso luego de que intentara infructuosamente que interviniera su entonces empleadora, la actual diputada Mónica Juárez, quien la contrató para promocionar el diario El Intransigente. Afirmó que entonces no solo no obtuvo respuestas sino que fue despedida a los pocos días. Además, dijo que Juárez y Rangeón mantuvieron un vínculo comercial vinculado a la cartelería pública durante la campaña electoral.