Un hombre, prófugo de la Justicia durante más de 10 años, identificado por vecinos de Anta como José Alejandro Cortese, fue detenido en J. V. González en las últimas horas, acusado de abuso sexual en perjuicio de una menor de edad, causa que se inició en el 2010, cuando la víctima -entonces de 13 años- lo denunció y visibilizó los abusos sexuales que sufría desde que ella tenía solo 8 años.
Con pedido de captura vigente desde el 2021, finalmente Cortese fue detenido por la policía de Joaquín V. González después de su identificación plena, ya que en otra oportunidad había sido detenido y puesto a disposición, pero en aquella oportunidad el escurridizo hombre usaba otra identidad, la que -al parecer- le permitió más de diez años de impunidad.
El detenido Cortese fue denunciado en 2010 en nuestra capital por una persona mayor, en representación de quien en ese entonces tenía 13 años. "Hace cinco años que me viola sistemáticamente", dijo la chica en aquella ocasión, según la crónica publicada tras la denuncia. A partir de ese momento el acusado se dio a la fuga y vivió en la clandestinidad y no se supo nada más de él hasta que fue encontrado en una calle de Joaquín V. González en el año 2012. El arresto se produjo en la vía pública, tras un arduo trabajo de investigación en base a intervenciones telefónicas. El entonces subcomisario Martín Flores dijo que "el arresto se demoró porque el acusado había cambiado de identidad y que cuando llegó a Joaquín V. González, donde tiene familiares, decía llamarse Alejandro Segura. Hasta el día de su detención todos lo conocían con ese nombre".
Sin embargo José Alejandro Cortese de alguna manera se las ingenió para ser liberado y volvió a recalar en la cabecera del departamento Anta. Allí su estadía no pasó desapercibida y en pocos años estuvo involucrado -según fuentes de aquella ciudad- en numerosos hechos delictivos, desde usurpación de campos, robo calificado en despoblado y amenazas, entre otros delitos. Si fue detenido alguna vez, nadie lo asoció con la causa por violación de una menor.
En febrero de 2022 el comerciante gastronómico ahora detenido por abuso sexual con acceso carnal de una niña denunció a un amigo porque este en el afán de cobrar una vieja deuda le propinó una feroz paliza, de la que se quejó públicamente y penalmente. Dijo entonces que su examigo y supuesto agresor se hallaba en el pueblo y prófugo de la Justicia.
Fuentes consultadas aseguraron que el pedido de detención del sujeto tenía fecha de noviembre de 2021 y un año después recién la policía de Anta finalmente lo detuvo y lo trasladó hacia la capital salteña, donde será indagado por un juez de Instrucción, debido a que en el año que se produjo el abuso sexual con acceso carnal de la menor no estaba aún vigente el sistema acusatorio actual, por lo que su caso recaerá en un juzgado de Transición. Fuentes de J. V. González señalaron que el sujeto se había camuflado como comerciante del rubro gastronómico y había montado un importante negocio en una calle céntrica de J. V. González, la que manejaba incluso cuando se hallaba detenido. Sin embargo, en las últimas horas, al parecer se le terminó la suerte o la "protección" e impunidad de la que gozaba y finalmente fue desenmascarado en su verdadera identidad. Esto posibilitó que el amplio operativo para su aprehensión fuera exitoso, ya que el hombre -al parecer- había sido avisado de su inminente detención.
En los diez o más años que estuvo "protegido", el sujeto tuvo toda clase de incidentes, la mayoría violentos, muchos de ellos denunciados a la Justicia y que están -según vecinos que lo conocen- cajoneados a la espera de tiempos mejores.
Una fuente de aquella ciudad del sur de Salta aseguró que el hombre fue puesto a disposición de la Sala VII capitalina, imputado en la causa por abuso sexual y deberá permanecer detenido hasta el juicio.