Walter “Hacho” Bais es chofer de la ambulancia del hospital Santa Teresita, de Cerrillos. Ayer por la tarde, alrededor de las 16.30, acudió a auxiliar a una niña que había sufrido convulsiones en la vía pública.
De regreso al nosocomio, ingresó por la zona de guardia por la urgencia del caso. Luego de colaborar con los enfermeros en el traslado de la paciente hacia una de las salas de atención regresó al vehículo, pero su celular ya no estaba. Se lo habían robado en cuestión de segundos.
“Fue todo muy rápido. Cuando regresé con la paciente desde Av. San Millán, cerca de la estación de servicio Shell, bajé rápido de la ambulancia para colaborar en el traslado de la chica a la sala de atención, pero cuando volví a la ambulancia ya me habían sacado el celular”, relató el hombre, visiblemente consternado.
Bais dijo además: “Por mi trabajo tengo que tener el celular a mano por cualquier urgencia. No se puede creer que en la puerta de un hospital y desde adentro de una ambulancia que está trasladando de emergencia a un enfermo, a alguien se le pueda ocurrir robarse un teléfono. Esta situación me angustia profundamente. A dónde iremos a parar”.
La situación fue denunciada formalmente en la exComsiaría 13 de Cerrillos.
Para finalizar, el chofer cerrillano se lamentó por la pérdida del dispositivo y por la enorme cantidad de archivos almacenados en él. “No es solo la pérdida del aparato lo que me pone mal. De última ahora van a vender celulares hasta en 30 cómodas cuotas, sino el hecho de que una llamada puede salvar una vida. Para nosotros es una herramienta de trabajo. No se puede creer que alguien pueda hacer tanto daño”, concluyó el trabajador de salud.
En teoría, existen cámaras de videovigilancia en el edificio del hospital. De funcionar el sistema, la policía podría identificar al autor o autores del repudiable hecho, consignó El Tribuno. No se trataría del único saqueo a vehículos del personal sanitario. Por el contrario, los hurtos y los daños son muy frecuentes en torno al edificio.