La Justicia salteña analiza con las autoridades del Servicio Penitenciario Federal de Ezeiza el traslado desde Buenos Aires de los hermanos Delfín y Raúl Castedo, quienes serán juzgados desde el próximo 20 de marzo por el asesinato de Liliana Ledesma en Salvador Mazza, ocurrido en septiembre de 2006.
El juicio, que ya fue suspendido cinco veces y que lleva una demora de 17 años desde el momento del crimen, comenzará se extenderá hasta el 23, con la participación de 18 testigos.
Los hermanos sindicados como miembros de un poderoso clan de narcotraficantes se encuentran alojados en la cárcel de Ezeiza, tras una disposición del Juzgado Federal de Orán y de la Justicia provincial.
Ambos permanecieron presos en el Complejo Penitenciario Federal del NOA, ubicado en la ciudad de General Güemes, hasta en noviembre de 2019 cuando fueron trasladados al penal bonaerense luego de que se descubriera que preparaban un plan de escape.
"En principio deben estar presentes pero va a depender de la recomendación del Servicio Penitenciario Federal que ya desaconsejó la vez anterior que estuvieran en forma presencial", dijo una fuente judicial a El Tribuno.
Precisamente, en mayo de 2022 este juicio fue suspendido por esta misma razón: Los jueces Edgardo Laurenci, Raúl Fernando López y Claudio Alejandro Parisi habían informado que ante la imposibilidad de trasladar a los hermanos Castedo, por parte del SPF, hasta San Ramón de la Nueva Orán, y frente a la persistencia de la defensa en llevar adelante una audiencia presencial, "se decidió suspender la audiencia hasta nuevo aviso".
El mismo Tribunal será el que llevará adelante el juicio que afrontarán los Castedo al estar imputados por los delitos de homicidio calificado por alevosía y por el concurso premeditado de dos o más personas y encubrimiento en perjuicio de Liliana del Valle Ledesma.
Pasaron 17 años
El crimen de Liliana Ledesma ocurrió el 21 de septiembre de 2006, cuando María Gabriela Aparicio, hermana del entonces diputado provincial Ernesto Aparicio (fallecido), llevó con engaños a la productora rural hasta la pasarela del barrio Las Rosas, donde Aníbal Ceferino Tárraga, Lino Abdemar Moreno y Casimiro Torres le dieron muerte a cuchilladas. Todos ellos fueron condenados por este hecho en 2010 a prisión perpetua.
Días antes de ser asesinada, Ledesma había denunciado públicamente a los Castedo y al entonces diputado provincial Ernesto Aparicio -hermano de la condenada María Gabriela y fallecido en 2013- por cerrar un camino vecinal que unía Salvador Mazza con Bolivia, para utilizarlo para traficar drogas.
En la investigación de su homicidio, se supo por escuchas telefónicas que los Castedo habían ordenado el asesinato de Ledesma. A pesar de la vinculación entre este crimen y el narcotráfico, la causa por el asesinato quedó radicada en la Justicia de Salta, que en 2010 condenó a los autores materiales y a otras dos personas, por encubrimiento.
Ya están condenados por otras causas
En diciembre de 2022, el Tribunal Oral Federal N°1 de Salta condenó a Delfín Castedo a 16 años de cárcel como jefe de una asociación ilícita dedicada al narcotráfico y al lavado de activos provenientes de dicha actividad. Además, lo sentenció como partícipe necesario del delito de “falsificación material de documento público” y coautor de “falsedad ideológica de documento público agravada por tratarse de un documento destinado a acreditar la habilitación para circular de vehículos”. Por el beneficio de la duda, fue absuelto por el uso de esos documentos.
También condenaron a Raúl Amadeo Castedo y al martillero público Eduardo Torino a 9 años de prisión como miembros de la asociación ilícita. La exesposa del líder de la organización, Melba del Carmen Araujo, recibió 5 años de cárcel y los comerciantes Alberto y Luis Yudi, 7 años de prisión. A Mario Alberto, hijo de Alberto Yudi, le aplicaron una pena de tres años de prisión por lavado de activos.