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TARTAGAL

La vecina que encontró a la bebé wichi robada denuncia persecución

"Allanaron mi casa, nos sacaron los teléfonos y solo hice lo correcto"

La vecina que encontró a la bebé wichi robada denuncia persecución

Le allanaron la casa, le secuestraron los teléfonos de todos los integrantes de la familia y hoy la vecina que reside en el barrio Urtubey, al este de Tartagal, tiene pánico de quedar detenida.

Su único "error" fue haber escuchado ruidos extraños la noche del pasado 13 de julio, la más fría de todo el año, y levantarse a ver qué sucedía con los perros de su sobrinos que, alarmados, ladraban sin parar. Fue en ese momento que la mujer junto al chico de 19 años escuchó el débil, apenas audible llanto de un bebé, por lo que ambos salieron a ver. Efectivamente, y tal como lo sospecharon, se trataba de Catez, la bebé recién nacida que unas 20 horas antes había sido robada del hospital Juan Domingo Perón de Tartagal.

A pesar de la rápida intervención de la policía que a esas horas de la madrugada la buscaba por todos lados, la bebé no había podido ser localizada en ningún barrio, asentamiento ni comunidad de Tartagal. Quienes la robaron del hospital de Tartagal, seguramente asustados por la conmoción que el hecho causó en la opinión pública norteña, primero, y que llegó a los medios nacionales en pocas horas, decidieron abandonarla a su suerte con la intención de que muriera por hipotermia.

Pero el destino quiso que esta humilde vecina y su sobrino la escucharan llorar, la rescataran y llamaran a la policía mientras ella la cobijaba del frío, ya que la recién nacida apenas estaba cubierta con una batita y el pañal.

Esa misma vecina que fue una heroína en esta terrible historia, tiene terror de quedar presa en una causa que tiene demasiadas dudas que nunca pudieron ser aclaradas, a pesar de que a las pocas horas de sucedido el hecho el procurador general de la Provincia, García Castiella, ordenó la conformación de una unidad fiscal dedicada exclusivamente al esclarecimiento total de este caso, que integran Pablo Cabot, Lorena Martínez y Rafael Medina, los tres fiscales penales del distrito Tartagal.

Por la causa hay una joven originaria, mamá de dos nenes pequeños y en situación de extrema vulnerabilidad, detenida como la autora material e intelectual del hecho que conmovió a todo el país. Fue el penalista Alexis Rambert Ríos, abogado querellante que representó desde el primer momento a los padres de la bebé robada, quien puso en tela de juicio la actuación de la UFI y aseguró que la joven originaria detenida jamás hubiera tenido la posibilidad de ingresar al hospital, sacar a la bebé y esfumarse sin que la policía pudiera encontrarla.

El letrado puso en duda que unas imágenes provistas por unos vecinos a la querella coincidieran con las de la joven originaria que estuvo un mes detenida. Como las comunidades comenzaron a manifestarse prácticamente todos los días para exigir su libertad, la Justicia decidió darle el beneficio de la prisión domiciliaria. La chica está acusada de haber robado a la bebé pero la UFI jamás pudo determinar los motivos que supuestamente la llevaron a robarse a la recién nacida teniendo ella misma dos hijos pequeños; tampoco se determinó si hay otras personas involucradas, pero todo hace sospechar que el caso de Catez no sería el primero.

En algunos ámbitos trascendieron extraoficialmente el nombre de una abogada y de personal del hospital que podrían haber sido parte de lo que conformaría una verdadera organización delictiva, pero no pasaron más allá de comentarios.

Fuente El Tribuno


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