Dos hombres, uno de los cuales se hallaba en libertad condicional por una condena de 10 años de prisión por narcotráfico, fueron imputados el miércoles por el fiscal Eduardo Villalba por el delito de transporte de estupefacientes.
La acusación fue formalizada ante el juez federal de Garantías 1, Julio Bavio, quien también dispuso, emitir el pedido de captura nacional e internacional para un tercer implicado, cómplice de los dos primeros en la operación de tráfico frustrada el domingo pasado.
Uno de los imputados fue identificado como Gustavo Rueda, mientras que la orden de captura fue librada en contra de Jorge Sanjinés.
Al presentar el caso, el fiscal resaltó la labor realizada por los policías de la División Vial de la Policía de Salta que intervinieron en el procedimiento que desencadenó la persecución de un automóvil VW Nivus, en el que se intentaba pasar 39 kilos de cocaína hacia el sur provincial.
En una exposición detallada, se refirió primero al escenario de los hechos, circunstancias en que resaltó la importancia del puesto de control conocido como "Madre Vieja", ubicado sobre la ruta provincial 10, la que corre paralela a la 34 y parte de General Güemes a Aguas Calientes, en el límite con Jujuy.
Ambas rutas, son utilizadas para evitar lo controles de la ruta 34 y con buen tino, la División Vial instaló un puesto de control sobre la ruta 10, a pocos kilómetros del límite con Jujuy. Por la cercanía de la escuela Madre Vieja, el retén tomó ese nombre.
Decisión acertada
"Se instaló en el inicio de la pandemia del COVID, pues muchos vehículos solían circular por la misma cuando no tenían los permisos de circulación, tras lo cual y en una decisión acertada, el puesto quedó fijo y a cargo de la Vial, la que realiza allí un control documentológico y el cumplimiento de la ley provincial Alcoholemia Cero", explicó el fiscal.
El domingo a las 15.20, a ese puesto, procedente de Jujuy, llegó una camioneta VW Amarok, conducida por Rueda, mientras que, a los pocos minutos y por detrás, apareció el automóvil VW Nivus, el que era conducido por Sanjinés con Aguilar como acompañante.
"Allí, Rueda fue infraccionado por conducir sin lentes, siendo que su licencia indicaba lo contrario. Hasta allí, todo parecía un control normal de dos rodados independientes, sin embargo, todo cambio cuando Rueda se acercó a preguntar por lo que sucedía con el auto, pues observó que estaba en problemas", contó el fiscal, quien aseguró que ese movimiento fue el primer indicio.
La presunción de Rueda no era errada, pues Sanjinés no tenía su carné y tuvo que presentar una infracción por conducir ebrio, la que le había sido labrada a las 5.30 de ese mismo día en el ex peaje Aunor, cuando conducía la camioneta VW Amarok que, estaba en poder de su cómplice.
"Pero Usted no puede conducir", fue el reclamo de los policías a Sanjinés al ver la infracción y darse cuenta primero que no habían transcurrido las 15 horas que le fue impuesta en función de la graduación de alcohol en sangre que tenía, según el test realizado, lo que hizo que tuviera que cambiar de conductor con su hijo.
Con Rueda de espectador, los policías le pidieron al conductor del rodado que se estacione en la banquina, instante en que emprendió la fuga hacia General Güemes. Así, se generó una persecución y una barricada en la Comisaría 101, la cual el auto paso sin problemas, dada la velocidad a la que iba.
Unas cuadras más adelante, en la esquina de la ruta 10 y calle 12 de Octubre, ya en el barrio San Ignacio, ambos ocupantes decidieron dejar el automóvil, para luego ingresar al monte. Cuando los policías llegaron, sólo encontraron el vehículo abandonado.
Al requisarlo, descubrieron que llevaba unas cajas con paquetes de cocaína, lo que fue confirmado luego por personal de Drogas Peligrosas, quienes arribaron con la can antinarcóticos "Lola", la que marcó la presencia de la droga.
Ante este hallazgo, desde la Unidad Fiscal de Narcocriminalidad (UFINAR), el caso pasó a manos de la fiscalía federal. "Al iniciar las actuaciones, ordenamos controles exhaustivos en las rutas del sur de la provincia, pues imaginamos que esa era la vía de escape", explicó el fiscal.
Vínculos
A su vez y gracias a la "expertiz" de los policías de la Vial, se pudo establecer la relación de Sanjinés con Rueda al verificar que el rodado que conducía, cuando fue infraccionado a las 5.30, era la camioneta que conducía su amigo por la ruta 10. A ello, se sumó otro dato no menos importante, pues en el auto fugado se encontró un comprobante de pago de seguro de la camioneta VW Amarok.
"Este dato, confirmó la sospecha de que Rueda, en realidad, hacía de coche puntero del Nivus, por lo que la búsqueda se dirigió también hacia la VW Amarok, la que fue hallada a las 22 horas en la misma ruta 10, unos kilómetros más adelante del control", explicó el fiscal.
El hallazgo también fue acertado, pues los policías llegaron cuando Rueda hacía subir a la camioneta a Aguilar, quien presentaba visibles lesiones en el brazo izquierdo, producto del roce con los arbustos al ingresar intempestivamente al monte.
Pero esto no fue todo, pues en la detención de ambos, la que ya había sido solicitada por la fiscalía, se descubrió que la pareja de Rueda, quien lo acompañaba con tres menores, tenía en su poder dos cedulas del auto Nivus, a su nombre y de su pareja.
Por otra parte, el fiscal informó que Aguilar fue reconocido por uno de los policías de la División Vial, quien describió la ropa que vestía cuando escapó del control, la cual coincidía con la que llevaba al ser detenido el domingo a las 22, en la misma ruta 10.
A partir de este relato, que descartó cualquier casualidad y dejó en claro el accionar ilícito de los acusados, el fiscal imputó a Rueda y Aguilar y solicitó la captura de Sanjinés. También requirió autorización para una serie de medidas pendientes, entre ellas las pericias a los teléfonos celulares secuestrados, a la droga incautada y la apertura del secreto fiscal y bancario de los acusados.
Prisión preventiva
Al momento de evaluar las medidas de coerción del caso, el fiscal solicitó la prisión preventiva de ambos acusados, la que fundó en la gravedad del hecho, el daño en abstracto a la salud pública y el hecho de que el delito imputado impide aplicar una pena en suspenso.