Los tres hermanos Saavedra, detenidos e imputados provisoriamente como autores del crimen de Jimena Salas, accedieron a declarar -sin pretensiones previas- ante los tres fiscales de la causa, a quienes relataron pormenorizadamente su verdad acerca de los hechos que se les endilga.
Entre los datos más relevantes de sus declaraciones están, por ejemplo, que uno de ellos reconoció haber tenido un caniche toy como el que muestra la fotografía utilizada como prueba, pero no reconoce que ese perrito que se ve en la imagen sea el suyo. El mismo joven hizo un raconto de sus años universitarios y nombró a su profesores y compañeros de estudios y sostuvo que se fue a Rivadavia, Santa Víctoria Este, a poner en práctica su vocación social y no a huir como se dijo. Además, los abogados que los representan a los tres hermanos, los doctores Marcelo Eduardo Arancibia (padre) y Eduardo Arancibia (hijo), dijeron anoche que otra cosa que quedó en claro es que sus clientes no registran antecedentes conocidos por denuncias de robo. Otro dato relevante es que Javier "Chino" Saavedra no es barrabrava de Gimnasia y Tiro, sencillamente porque no es hincha de ese club.
Además, los hermanos negaron conocer la zona donde habitaba la víctima, Jimena Salas, y también que salieran a robar.
Con respecto al automóvil VW Bora, dijeron que está a nombre de su madre y que jamás lo pintaron.
Consultado, Marcelo Arancibia dijo a El Tribuno que sus clientes declararon todos y aceptaron que se les tome las muestras de ADN para ser cotejadas con las que tiene el CIF que fueron levantadas en la escena del crimen en enero de 2017. "Vamos a poner un perito de parte y el jueves se conocerán los resultados. Mis clientes están tranquilos, lo único que hay que ver es el estado de conservación de las muestras que van a ser cotejadas", dijo.
Una pulseada por la verdad de los hechos
Los detenidos fueron acusados provisoriamente por el crimen de Jimena Salas en la localidad de Vaqueros en el año 2017. El cotejo de ADN encontrado en la escena del crimen y el de los nuevos sospechosos, será determinante para esclarecer el hecho.
El giro que tuvo la causa en los últimos días en principio se supuso esclarecedor, pero con el transcurso de las horas algunas dudas surgieron.
Los hermanos Saavedra ante la seria imputación que les endilgaron decidieron en conjunto declarar sobre el asunto, algo que no es común entre personas que cometen el más grave de los delitos del Código Penal.
Y fueron más allá aún, no se opusieron a la extracción de material genético para ser cotejados con los ADN hallados en la escena del crimen, en el año 2017.
El cotejo de las muestras de ADN se convirtió en prueba sustancial, una compulsa determinante para probar lo que sostiene el Ministerio Público. Si la misma resulta positiva para dos de los hermanos Saavedra, el crimen de Jimena Salas estaría esclarecido.
Fuente El Tribuno