El juez Pablo Farah le dictó al condenado reglas de conducta que deberá cumplir durante dos años: fijar residencia y someterse al control del Programa de inserción social y supervisión de presos y liberados; prohibición de acercamiento a menos de 300 metros de la víctima, su familia y lugares que ella frecuente; abstenerse de usar estupefacientes y de abusar de bebidas alcohólicas; efectuar interconsulta en la Secretaría de Abordaje de las Adicciones para que se determine un tratamiento médico o psicológico, entre otras.
El juez ordenó además que el imputado sea monitoreado electrónicamente mediante el sistema SUMA.
Espinosa fue denunciado por su expareja, a quien agredió físicamente y amenazó de muerte. También la dejó encerrada en una habitación.