El juez Francisco Mascarello ordenó la libertad del condenado por la modalidad de la pena impuesta, sin perjuicio de lo dispuesto por otro tribunal.
Para mantener la prisión en suspenso, el sujeto deberá cumplir una serie de obligaciones durante dos años: fijar domicilio y someterse al cuidado del Programa de inserción social y supervisión de presos y liberados; no cometer nuevo delito; abstenerse de consumir bebidas alcohólicas y estupefacientes; prohibición de ejercer actos de violencia física o psíquica en perjuicio de la damnificada.
El condenado fue denunciado por su expareja por un hecho ocurrido en diciembre del año pasado. La mujer relató que una noche se encontraba en el inquilinato cuando llegó el imputado y le exigió que le diera el dinero de la venta de una heladera. Ella le dijo que ya no lo tenía porque había pagado los impuestos y él se puso agresivo. Rompió una puerta y el televisor y le advirtió que la iba a matar. La damnificada se comunicó inmediatamente con el Sistema de Emergencia 911. El imputado fue demorado por los efectivos que llegaron al lugar.