En ese momento le pegó y le lastimó el labio superior. Logró quitarle el aparato y se lo rompió. Después continuaron discutiendo, por lo que sacó un puñal y le produjo una herida superficial en el abdomen.
Cuando escucharon los gritos, los tíos del acusado llamaron al Sistema de Emergencias 911. La policía lo llevó a él detenido, y a ella la trasladó una ambulancia hasta el hospital.
La jueza de Garantías 8, Claudia Puertas, lo condenó a la pena de un año, dos meses y veintitrés días de prisión de ejecución condicional por ser autor de los delitos de lesiones leves agravadas por la relación de pareja previa y por mediar violencia de género y daños en concurso real.
Durante dos años Soria deberá fijar domicilio y comunicar cualquier cambio. Además tendrá prohibido consumir estupefacientes y abusar de la ingesta de bebidas alcohólicas. No podrá acercarse a la víctima en la distancia de doscientos metros, de su domicilio y lugares de residencia habitual. Tendrá la obligación de realizar un tratamiento psicológico orientado en perspectiva de género.
Por último, deberá realizar una interconsulta con la Secretaría de Abordaje contra las Adicciones a fin de determinar si necesita un tratamiento contra la adicción al alcohol. En caso de incumplir alguna de estas reglas de conducta podría dejarse sin efecto la condicionalidad de la pena impuesta.
En el fallo, la jueza ordenó dejar sin efecto el arresto domiciliario que cumplía Soria, que recuperó su libertad. Además se le extraerán muestras de material genético para ser incorporado en el Banco de Datos correspondiente.
