El 18 de febrero pasado la mujer denunció a su expareja, y contó que esa mañana estaba en su domicilio cuando se presentó el hombre, que le dijo que vayan a la ciudad porque tenían que hablar. Ella le respondió que no podían hacerlo porque tenían una prohibición de acercamiento.
Momentos más tarde, la víctima tomó el colectivo desde Chicoana hasta el barrio Bancario, y él la siguió en el recorrido. Al bajarse de la unidad, él le dijo que quería retomar la relación, prometiendo que iba a cambiar, y ante su negativa la golpeó para luego darse a la fuga.
La jueza de Garantías 1 Ada Zunino condenó al hombre de 59 años a la pena de seis meses de prisión de ejecución condicional por ser autor de los delitos de lesiones leves calificadas por la relación preexistente y mediando violencia de género y desobediencia judicial en concurso real.
Durante dos años deberá someterse al cuidado del Patronato de Presos y Liberados de la Provincia. Fijará domicilio en un lugar distinto al de la víctima, y notificará cualquier cambio al juzgado. No podrá acercarse a la víctima, a su domicilio, lugar de trabajo y a donde concurra en una distancia de doscientos metros. Además tiene prohibido ejercer actos de violencia física o psicológica en perjuicio de ella y su familia.
No podrá consumir estupefacientes ni abusar de la ingesta de bebidas alcohólicas. Tendrá la obligación de realizar un tratamiento psicológico en el Programa de Intervención de con Agresores de Violencia de Género del Ministerio Público Fiscal. También deberá adoptar oficio, arte o profesión adecuada a su capacidad. Por último, no podrá cometer nuevo hecho que sea considerado delito.
En caso de incumplir alguna de estas reglas de conducta podría dejarse sin efecto la modalidad condicional de la pena, que sería de cumplimiento efectivo. Finalizada la audiencia recuperó su libertad.
