MÁS DE POLICIALES



HISTÓRICO

Mañana la Policía de Salta cumple mañana 198 años: su historia

Ponen el valor a los policías caídos en el cumplimiento del deber: "No murieron en vano, sus sacrificios dejaron huellas"

Mañana la Policía de Salta cumple mañana 198 años: su historia

En momentos en que la seguridad es una de las principales preocupaciones de la sociedad argentina, la Policía de la Provincia cumple mañana 198 años. Un camino colmado de historias, de profunda vocación de servicio, de entrega, de contradicciones y de heroísmo.

De acuerdo a los registros, son 44 los efectivos caídos en cumplimiento del deber desde 1825 a la fecha. Cada caso conlleva una enorme carga simbólica, que marca un camino y representa la máxima expresión del servicio público: la entrega de la propia vida.

A grandes rasgos, los datos históricos indican que luego de todo un proceso de descentralización de los organismos gubernamentales monopolizados por los Cabildos, en 1821 el diputado Joaquín Achával impulsó en Buenos Aires la creación del Departamento General de Policía. Fue durante la gestión de Martín Rodríguez y de su ministro de Gobierno, Bernardino Rivadavia, que se dio luz verde al proyecto.

Dicha corriente llegó a Salta en 1825, según consta en los archivos de la Policía, cuando el entonces gobernador Juan Antonio Álvarez de Arenales, junto a la Sala de Representantes, decidió anular el 12 de febrero de ese año el Cabildo local, el de Orán y el de Jujuy, que formaban parte de la jurisdicción.

Entre las disposiciones emanadas del Ejecutivo se ordenaba la creación de la institución policial. El artículo 2° expresaba: "La policía se administrará por un departamento de este ramo, que será reglamentado por el Poder Ejecutivo, y a este objeto propondrá el número de dotación de los empleados que crea conveniente para su creación por el Poder Legislativo (sic)".

Un mes después se reglamentó su funcionamiento y el 26 de marzo de ese mismo año surgió oficialmente la Policía de Estado Provincial, que entre 1825 y 1827 estuvo a cargo del primer intendente de la fuerza, el coronel Juan Manuel Quiroz.

Eran tiempos convulsionados en un país sumido en una violenta guerra civil, conflictos bélicos con Brasil, del que participaron huestes salteñas; la segregación de Tarija y los enfrentamientos fratricidas entre Salta y Jujuy.

A partir de entonces la Policía, al igual que el resto de las instituciones del Estado, transitó por un sinnúmero de situaciones políticas y sociales hasta nuestros días.

Cuando se habla de efectivos de la Policía de Salta caídos en el cumplimiento del deber, no solo se hace referencia a ellos como trabajadores de la fuerza, sino fundamentalmente como salteños llenos de sueños, parejas, padres, hijos y hermanos que tuvieron un profundo compromiso con su comunidad.

Entre los primeros registros de hechos trágicos protagonizados por uniformados se encuentra el del sargento primero Rosa Tapia, del Cuerpo de Vigilantes de la Capital. Un 16 de abril de 1902, a las 20, el hombre fue ultimado de un disparo en plena cara cuando intentaba frustrar un asalto al local de don Fermín Grande, ubicado en calle Florida entre Caseros y Alvarado. Los autores del crimen fueron José María Aquino y Eleodoro Silva. Así lo detalla el libro "Suárez, las crónicas sobre un heroico sargento", de Marcelo Agüero Urquiza.

Un año más tarde, el 19 de septiembre de 1903, la víctima fue el sargento primero Juan Suárez. Ese día a las 22.40 recibió un disparo en el pecho de una carabina Remington. El arma era empuñada por uno de los asesinos del sargento Tapia, Eleodoro Silvia, quien junto a José María Aquino, Cristóbal Escalante y Félix Valencia (h), intentaron fugarse de la penitenciaría, actual edificio de la Jefatura de Policía, por la muralla oeste que da al actual pasaje Castro.

Este tipo de situaciones cruentas se extendieron a lo largo de los 198 años de historia de la institución, a las que se suman aquellos efectivos caídos en servicio durante la reciente pandemia de COVID-19.


¿Te gustó la noticia? Compartíla!