Martín del Río, el principal acusado por el doble asesinato de sus padres, Enrique de 75 años, y Mercedes de 72, fue trasladado a una cárcel común. Su defensa apeló la prisión preventiva con cuestionamientos a la investigación, entre los que figuran la nulidad de testimoniales, el cambio de la data de muerte de las víctimas y el rechazo a los reconocimientos que lo identificaron como el presunto asesino.
Luego de 37 días detenido en la Delegación Departamental de Investigación (DDI) de San Isidro, Del Río, de 47 años, fue trasladado a una cárcel común. Permanecerá detenido en la Unidad 48 de San Martín del Servicio Penitenciario Bonaerense y quedará alojado, por el momento, en el sector de admisión.
En ese penal estuvo detenido el femicida Fernando Farré y, actualmente, está alojado el empresario gastronómico Horacio Conzi, condenado a 24 años de prisión por el asesinato de Marcos Schenone el 16 de enero de 2003.
El traslado había sido ordenado por el juez de Garantías 1 de San Isidro, Ricardo Costa, cuando la semana pasada le dictó la prisión preventiva como presunto autor de un “doble homicidio calificado por alevosía, por el vínculo, por el uso de arma de fuego y por ser criminis causa” (matar para lograr la impunidad), delito que prevé como única pena la prisión perpetua.
En la Unidad 48 hay 12 pabellones, divididos en mediana y máxima seguridad. Los primeros seis están destinados a internos evangélicos, violadores, “trabajadores”, universitarios y a un sector “literario”. Cada pabellón tiene ocho celdas para seis personas.
Por su parte, la abogada de Del Río, Mónica Chirivin, presentó el recurso de apelación para que la Cámara de San Isidro revierta la prisión preventiva.
En su presentación, la defensa sostuvo que en el caso de su defendido “el ‘indubio pro reo’ (la duda a favor del imputado), pareciera que no existe por parte de la Fiscalía y Juez de Garantías”. “Cuando se evidencia una duda se fuerzan en torcerla para usarla en contra del aquí imputado”, señaló la letrada.
Además, criticó a la fiscalía y al juez por afirmar que Del Río cometió un “plan estipulado” y que el móvil fue que no pudo concretar la mudanza de sus padres a un lujoso departamento del edificio Chateau Libertador de Núñez, que las víctimas le habían encargado comprar.