El odontólogo Marcos Adrián Abrebanel, fue imputado por el delito de abuso sexual con acceso carnal simple en dos hechos, luego de haberse entregado el pasado viernes tras permanecer 11 días prófugo de la justicia.
En las últimas horas, trascendió el relato de la segunda víctima, hoy mayor de edad, pero que habría sido sometida entre los 15 y 17 años por el profesional en el mismo consultorio de calle 20 de Febrero al 354.
La joven detalló que operó de igual manera y fue la llegada de la pandemia, la que frenó los abusos.
En este caso, la víctima indicó que el profesional fue el odontólogo de la familia, por lo que, al hablar del caso, su madre trató el asunto a fin de conocer si ella y una hermana habían sido también víctimas, charla que la hizo recapacitar de los episodios vividos a manos del acusado.
En vista de ello, se presentó ante la fiscalía y afirmó haber sido otra víctima del acusado, quien la sometió a distintos abusos cuando tenía, entre 15 y 17 años, una edad similar a la de la primera víctima. Dijo que, al igual que sus hermanas, fue al consultorio del imputado para una serie de arreglos en la dentadura.
Recordó que en un principio, todo era normal hasta que el comportamiendo del mismo cambió en la cuarta cita, oportunidad en la que el odontólogo, luego de hacerle un tratamiento en una de sus muelas, la besó en la boca de manera forzada, aunque, dada su inmadurez, no supo cómo reaccionar.
En la siguiente visita, la menor llegó al consultorio con su uniforme del colegio y toda empapada, porque había llovido. Al ingresar, el acusado la hizo sentar y con una toalla, comenzó a secarle las piernas y así todo su cuerpo, tras lo cual le hizo el tratamiento y se retiró.
Sexo oral, violencia y abuso simple
Más adelante, cuando ya tenía 16 años, Adrián Abrebanel se sentó en una silla, se bajó los pantalones y expuso su miembro viril, para luego tomarle la cabeza a la joven y con uso de la fuerza, la obligó a practicarle sexo oral, lo que sucedió unos segundos.
La secretaria del centro médico ingresó al consultorio, momento en que el acusado le pidió a la asistente que fijara una nueva cita para la menor.
Las citas, sin embargo, cesaron por la declaración de la pandemia del COVID-19, tras lo cual no regresó. Como así también aseguró que, al consultar con otro profesional, descubrió que muchos de los arreglos que Abrebanel le había realizado no merecían tratamiento.
Por otra parte, recordó que, cada vez que iba a su consultorio, el acusado solía colocar los instrumentos que utilizaba sobre su pecho, por lo que, al tomarlos, rozaba sus senos con sus manos, siendo esta una de las maneras de acoso sexual que ejercía el dentista.
En vista de estos hechos, casi idénticos a los denunciados por la primera víctima, la mujer solicitó que se tomen las medidas legales contra el acusado, como así también no descartó que, la menor y ella, hayan sido las únicas pacientes que padecieron los abusos del odontólogo ahora detenido, detalló el medio Informate Salta.
