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Habló la esposa de Benítez

“Mi esposo murió por la falta de humanidad de esos monstruos que no quisieron atenderlo porque no querían recibir plata argentina”

Mientras el Gobierno boliviano intenta bajar el tono al reclamo, Claudia Vilte insiste en que los médicos del vecino país se negaron a atender a Benítez

“Mi esposo murió por la falta de humanidad de esos monstruos que no quisieron atenderlo porque no querían recibir plata argentina”

Claudia Vilte, docente de profesión igual su difunto marido, le queda un amargo sabor tras haber perdido a su compañero de vida y por cómo se dieron las circunstancias.

La última vez que habló con el profesor Alejandro Benitez fue un momento antes que sufriera un grave accidente de tránsito en una ruta de Bolivia con destino final en Cochabamba, y que perdiera la vida por falta de atención médica.

La familia en general ya casi no quiere hablar del tema y si Claudia lo hace, como ella misma lo reconoce, "es para que a ninguna otra persona le pase lo que a mi esposo". "Y no estoy hablando solo de la inhumanidad de quienes no quisieron darle atención médica, sino de la corrupción que sufren las víctimas como le sucedió a mi esposo", manifestó.

Claudia se refiere así a que el personal de salud del pueblo de Ivirgazama donde fue trasladado después de haber sido colisionado de atrás por un camión de gran porte, no quiso atenderlo por no tener suficiente dinero boliviano; pero además a su esposo la policía le sustrajo el efectivo que llevaba consigo. "Mi esposo no se iba a ir sin plata; él llevaba 25 mil pesos argentinos que cambió y le dieron 700 bolivianos. Me lo dijo a mí por teléfono y los amigos aseguran que antes del accidente prácticamente no habían gastado en nada. Pero cuando a mi familia le entregaron sus pertenencias la policía le devolvió 40 pesos bolivianos y de ahí le hizo quedar 30 porque dijo que era para pagar los gastos que habían tenido por el tema del accidente. A la actitud de esos monstruos que lo dejaron morir sin atenderlo, se suma esa corrupción con una persona que ya estaba muerta", expresa con un dolor inmenso y casi sin poder creer que en una nación vecina, hermanada con el norte argentino como pocas como es Bolivia, sucedan esos hechos incalificables.

Esa última llamada

Claudia recuerda que su esposo tenía pensado ir a Santa Cruz de la Sierra, pero cambiaron el itinerario. "No sé muy bien los detalles porque hablar por teléfono con él era dificultoso porque la comunicación telefónica no era buena, había muy poca señal. Cuando hablamos -pocos minutos antes de ser colisionado por un camión- porque casi por milagro entró esa llamada, me contó que temprano habían desayunado con los otros motociclistas en un pueblito chiquito; me contó que había cambiado los $25.000 pesos argentinos que llevaba y que le dieron 700 pesos bolivianos, que además le quedó plata argentina y que iba todo bien, que estaba muy contento", relató.

Claudia se quedará con ese último momento porque lo que vino después fue solo dolor, desesperación, bronca e impotencia. "Las pertenencias la policía se las entregó a sus compañeros en ese momento, pero la motocicleta de mi esposo quedó en Bolivia. Será mi yerno quien se encargue de hacer ese trámite que será muy engorroso, pero tenemos que hacerlo".

Claudia como sus hijos, como su yerno Walter Estrada que habló con El Tribuno relatando el horror que la familia vivió a la altura del pueblo de Ivirgazama, a 200 km de Cochabamba cuando se suegro fue colisionado con un camión, cayó al costado de la ruta y murió dos horas y media más tarde por falta de atención médica, han recibido decenas de llamadas. "Pero en ese momento, cuando nos avisaron del accidente, nadie nos escuchó. Ahora sé que llaman desde la Cancillería y no sé de qué otros lugares pero entonces éramos solo nosotros. Mi esposo murió por la falta de humanidad de esos monstruos que no quisieron atenderlo porque no querían recibir plata argentina. La policía entregó solamente $10 bolivianos cuando sabemos que tenía 700 bolivianos y más plata argentina. Por eso salgo a hablar, porque no quisiera que nadie más tenga que sufrir lo que nosotros estamos sufriendo. Mi esposo ya no está con nosotros, ya no volverá pero eso no puede seguir pasando, las cosas no pueden seguir siendo iguales, algo tiene que cambiar" expresa con el dolor reflejado en su voz.

Fuente El Tribuno


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