Las huellas de un camino rural demarcado por la fuerza a raíz del paso de vehículos, algunos de ellos de importante porte condujeron a otro espantoso crimen con tintes mafiosos en el norte de la provincia. El camino se interrumpe por un considerable pozo cubierto por agua estancada. Un metro y medio antes, yacía el cuerpo decapitado de un hombre.
El macabro hallazgo fue alertado durante la mañana de ayer por el guardia de una finca ubicada a pocos metros de la ruta nacional 34, kilómetro 1.324, a unos 4 kilómetros de la localidad de Pichanal, en el departamento Orán. Al observar el cadáver sin cráneo el cuidador salió disparado del lugar, al parecer sabía de quién se trataba.
El guardia, consternado por el cruento hallazgo, le avisó a la familia del hombre decapitado, fuentes primarias informaron a este medio que la víctima vivía junto a su familia en el barrio 9 de Julio de Pichanal.
Las fuentes indicaron que se trata de un pequeño productor del norte salteño, quien por las noches solía recorrer su campo cuidando que los animales no se trasladaran hasta la ruta. El pequeño campo se encuentra en un tramo entre las localidades de Pichanal y Colonia Santa Rosa.
"Desde esta mañana -por ayer- personal de áreas operativas e investigativas dependiente de la Dirección Unidad Regional Nº 8 Pichanal trabajan para esclarecer la muerte del hombre que fue hallado sin vida en un puesto rural ubicado a 2 kilómetros de ruta nacional 34", informaron en el portal de la Policía de Salta.
Inmediatamente intervino la Unidad Fiscal de Graves Atentados contra las Personas 2, a cargo de la fiscal penal Claudia Carreras, de Orán, quien dispuso las primeras acciones investigativas tendientes a esclarecer lo ocurrido. Personal de Cuerpo de Investigaciones Fiscales (CIF), de la división Criminalística y policías de esa jurisdicción trabajaron ayer en la escena del crimen y sus alrededores.
Cerca de las 15 se desplegó un amplio rastrillaje buscando elementos de valor para la causa, pero también el cráneo del sujeto encontrado sin vida. Hasta el cierre de esta edición los investigadores solo tenían el cuerpo del hombre, de 40 años.
La forma del cruento asesinato estremece y los sabuesos no descartan absolutamente nada. En octubre del año pasado una pareja fue hallada sin vida con tiros en la cabeza, estaban en el interior de un vehículo. El sábado 3 de septiembre último, Darío Monges fue encontrado con cinco tiros en la cabeza en el barrio El Círculo, al sudeste de Salta capital.
Con el correr de las horas las diversas líneas investigativas se irán descartando hasta llegar a dar con la conducente a la verdad. Mientras, se esperan los resultados de la autopsia y siguen buscando el cráneo.
Este nuevo asesinato agudiza la creciente inseguridad
"¿En qué se transformó Salta?". La pregunta fue una de tantas, entre varios comentarios, que la gente en el norte no tardó en postear en las redes sociales. Se trata de una escena estremecedora, la de un cuerpo sin cabeza y con las manos atadas, según trascendió a través de fuentes vinculadas a la investigación. Imagen que de manera irresponsable algunos medios norteños se atrevieron a publicar.
Las mismas fuentes consultadas por El Tribuno señalaron que al parecer al hombre lo habrían decapitado con un cuchillo, dado que la forma en el corte dista de ser algo liso y "más bien tiene deformidades", indicaron. Durante el primer rastrillaje que se llevó a cabo ayer por la tarde aún no se había podido encontrar el cráneo, y tampoco había indicios de que él o los asesinos hayan utilizado un arma de fuego.
En medio de la ola de inseguridad que aqueja a cada rincón de la provincia, más allá de que traten de exponer lo contrario, otro horrendo crimen con tintes mafiosos abrió una nueva investigación.
La fiscal a cargo de la investigación, la doctora Claudia Carreras, del GAP 2 de Orán, esperaba ayer los resultados preliminares de la autopsia, y solicitó preservar el lugar y otras diligencias como la presencia del médico legista en la escena del crimen y los grupos investigativos del CIF y la Policía salteña.
Fuente El Tribuno