La Policía realizó este viernes varios rastrillajes en la localidad bonaerense de Brandsen, en el marco de la desaparición de Lucas Escalante, el joven de 26 años que está siendo intensamente buscado desde el 9 de diciembre, cuando salió a festejar el triunfo de la Selección con su amigo, Lautaro Morello (18), quien fue hallado asesinado en un descampado de Guernica la semana pasada.
Según fuentes del caso, el operativo se inició esta mañana con más de 200 efectivos de la Provincia de Buenos Aires, perros, drones y agentes de Defensa Civil de Florencio Varela, pese al pedido de la familia de Lautaro para poner al mando de la búsqueda a las fuerzas federales.
Los rastrillajes se hicieron en un descampado en las intermediaciones de la Ruta 210, desde Brandsen hasta la localidad de Domselaar en el partido de San Vicente. Los mismos se realizaron a pie y con efectivos de Caballería, pero también se buscó casa por casa.
Fuentes de la investigación revelaron que el celular de Escalante habría sido detectado por medio de antenas de señal telefónica, a unos 56 km desde el lugar de su desaparición. A partir de este dato, los investigadores barajan dos hipótesis: que Lucas está con vida, o que el dispositivo podría estar en manos de algún implicado en el hecho.
Aunque el operativo en Brandsen tuvo resultado negativo y oficialmente no hubo novedades respecto al caso que ya lleva exactamente 15 días de investigación, la familia del joven no pierde las esperanzas de hallarlo vivo.
Hace pocos días la causa dio un giro cuando la fiscal de la causa, Mariana Dongiovanni, logró el arresto de Cristian Centurión (hijo de Francisco, comisario de la Bonaerense) y su primo Maximiliano. Ambos están acusados de asesinar a Lautaro Morello “con alevosía y ensañamiento”.
De acuerdo con las fuentes, uno de los detenidos ahorcó a Lautaro hasta matarlo, y con ayuda del otro implicado quemaron su cuerpo y lo arrojaron a un descampado en la zona de Guernica, donde luego fue encontrado.
La pista de la nafta
Para sustentar esa hipótesis, la fiscal se centra en dos videos obtenidos, según explican fuentes de la causa, en una estación de servicio de Florencio Varela donde se ve a los primos comprando un bidón de nafta.
Se sabe que los dos jóvenes desaparecieron cerca de las 22.30 del viernes 9 de diciembre. Un rato antes, Lucas había pasado a buscar a Lautaro en un BMW 135 color azul. La idea -según mencionaron ambas familias en un principio- era celebrar el triunfo de la Selección argentina ante Países Bajos por los cuartos de final del Mundial de Qatar.
Luego se conoció que, en realidad, se habrían encontrado con Cristian Centurión, uno de los detenidos. Hay dos pruebas que alimentan esta sospecha: primero, un testigo declaró haber visto a los dos jóvenes en la zona y mencionó que le preguntaron dónde quedaba la casa del acusado. Además, los detectives de la Unidad Funcional N°2 de Florencio Varela accedieron a las redes sociales de los chicos y encontraron un mensaje en el que Lucas le dice a un amigo: “Vamos a lo de Cristian a buscar unos vales de nafta”.
Esa es la principal hipótesis que se maneja por estas horas: un negocio espurio con los vales de combustible destinados a cargar nafta en los patrulleros, algo que deberá confirmarse.
El pedido de una madre desesperada
Marcela Vázquez, mamá del joven que continúa desaparecido, escribió una carta pública en sus redes sociales, que fue emitida directamente para la madre de Centurión, donde le pide desesperadamente que le diga dónde está su hijo. Según ella, lo tiene secuestrado en algún lugar de la Provincia.
“Mamá de Cristian Centurión, mirá, él es mi hijo, mi Luquita, mi corazón. No tenés idea lo que él es conmigo. Lucas es de corazón puro. Te pido por favor, pedile a tu hijo que me diga dónde está Lucas. Te suplico, te ruego, ayúdame a encontrarlo. Ya no tengo fuerzas, necesito a mi hijo. Yo te hago cualquier promesa y te cumplo, te juro que cumplo lo que sea, pero que aparezca mi hijo sano y salvo”, expresó.