La banda, que estaba integrada por cuatro hombres, hacía tareas de inteligencia, y en algunos casos trabajaron como empleados golondrinas en las distintas fincas que señalaban como objetivos.
El juez Mario Maldonado, vocal de la Sala I del Tribunal de Juicio de Orán, condenó en juicio abreviado a Manuel Edgardo Martínez, y a Mario Norberto Rojas a la pena de tres años de prisión efectiva. Enrique Molina, por su parte, recibió la pena de dos años y diez meses de prisión efectiva.
Finalmente, Brian José Olivera cumplirá la pena de tres años de prisión de ejecución condicional. Durante dos años no podrá cometer delito, fijará domicilio, deberá abstenerse de ejercer hechos de violencia en contra de la víctima, y se someterá al control del Patronato de Liberados de la Provincia.
Los cuatro hombres fueron condenados por ser coautores material y penalmente responsable de los delitos de hurto calificado por ser un producto separado del suelo o productos agroquímicos o fertilizantes o de llave verdadera, tentativa de robo, y robo en poblado y en banda en concurso real.
Molina y Rojas cumplieron su condena, pero continúan detenidos, ya que tienen en trámite otra causa en Tartagal. Por su parte, Olivera recuperó su libertad al finalizar la audiencia.