Pablo Rangeón, fue condenado a siete años de prisión efectiva por una de las seis denuncias por las que llegó a juicio el hombre que dijo haber manejado diversas campañas políticas en Salta, haber sido amigo de prácticamente todos los intendentes y trabajar con los gobernadores. Tras casi un año del fallo emitido por los jueces del Tribunal de Juicio de la Sala V, recién el lunes pasado fue trasladado a la Unidad Carcelaria número 1, en Villa Las Rosas.
A diferencia de cualquier condenado común, quien tras recibir una condena sale del edificio del Poder Judicial esposado y directo al pabellón "I" de Villa Las Rosas, el hombre cercano al poder en la provincia sigue gozando de ciertos beneficios.
Pablo Marcelo Rangeón fue trasladado el lunes a las 15 desde el pabellón "D" de la Alcaidía General de la Provincia al pabellón "K" de la Unidad Carcelaria 1. Se trata de un sector nuevo, contiene varias cámaras de seguridad, como se dice en la jerga carcelaria, un pabellón de conducta, con gente grande y trabajadora donde el productor de modas salteño podrá estar más que tranquilo.
Salvando las distancias, la disposición que alguien hizo respecto al desembarco del abusador sexual al pabellón "K" parece tener el mismo tenor de injusticia que la decisión de dejar salir como si no le debiera nada a nadie a Manuel Cornejo, exintendente de Campo Quijano recientemente condenado, o a otros tantos exjefes comunales salteños procesados por corrupción.
¿Cuál es el criterio judicial que se adopta a la hora de tomar este tipo de decisiones? ¿Quién protege a Rangeón? A diferencia de Cornejo y otros exfuncionarios condenados, ¿por qué Angelina Lucía Canchi -exintendenta de Isla de Cañas- salió esposada y directo al penal número 9 de Orán y otros exfuncionarios no, y siguen en libertad?
Fuente El Tribuno