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Chaco salteño

Padres criollos y wichís terminaron a las piñas en una escuela de Salta

Denuncias de abuso y discriminación agravan el conflicto en la escuela de Alto La Sierra

Padres criollos y wichís terminaron a las piñas en una escuela de Salta

Un nuevo episodio de violencia en el Chaco salteño dejó a más de 200 niños sin poder iniciar el ciclo lectivo en la escuela primaria Rosario Vera Peñaloza, ubicada en Alto La Sierra, Santa Victoria Este. El conflicto comenzó cuando un grupo de aproximadamente 30 mujeres de la comunidad wichí bloqueó el acceso al establecimiento en rechazo a la designación de una docente criolla recién recibida.

 

Las manifestantes argumentaron que la maestra, designada por el Ministerio de Educación de Salta, no pertenece a su comunidad y la acusaron de discriminación. Sin embargo, docentes de la institución y padres criollos aseguran que el reclamo es parte de una disputa más amplia por tierras y cargos laborales, que ha generado tensiones entre ambas comunidades en los últimos años.

 

 

El bloqueo derivó en hechos de violencia cuando un grupo de madres criollas, acompañadas por efectivos policiales, intentó ingresar al establecimiento para permitir el inicio de las clases. Las mujeres wichí respondieron con agresiones físicas, y una docente, Belén Chinchilla, resultó golpeada mientras intentaba mediar en el conflicto.

Belén, quien también es madre de niños que asisten a la escuela, relató que la situación se agravó cuando las manifestantes se negaron a dialogar y mantuvieron el bloqueo, impidiendo el ingreso de alumnos y docentes. Además, denunció que uno de los docentes bilingües de la comunidad wichí, acusado de abuso sexual, continúa trabajando en la escuela a pesar de las leyes provinciales que prohíben su presencia en contacto con menores.

 

 
El conflicto en Alto La Sierra no es nuevo. En los últimos meses, la disputa por tierras y recursos ha generado enfrentamientos entre criollos y originarios, quienes históricamente convivieron de manera pacífica. La entrega de lotes a comunidades originarias por parte de entidades indigenistas ha exacerbado las tensiones, llevando a reclamos para que las familias criollas abandonen la zona.
 

Mientras tanto, la escuela Rosario Vera Peñaloza permanece tomada, y más de 200 niños siguen sin poder comenzar el ciclo lectivo. La situación expone la falta de políticas públicas que aborden de manera integral los conflictos intercomunitarios y garanticen el derecho a la educación de todos los niños del Chaco salteño.

Fuente Voces Criticas


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