El hecho ocurrió en la madrugada de ayer en un barrio de Tartagal y milagrosamente no terminó con una fatalidad.
El episodio es confuso y confronta los testimonios de uno y otro. Lo cierto es que es materia de investigación. Un alerta retumbó en las oficinas de la comisaría 42 de Tartagal alertando de personas heridas, una comisión de efectivos policiales se trasladó hasta el barrio Ryan, entre las calles Río Pilcomayo y Ecuador. Con algunos vecinos como testigos, la mayoría curiosos intentando saber lo que había pasado tras escuchar gritos, los uniformados se entrevistaron primero con la mujer y presunta damnificada.
Según el relato de la joven, mientras el sábado por la noche, entre las 2 y 3.30, se encontraba "tomando algo" con un vecino, llegó su pareja a la vivienda y comenzó a recriminarle qué hacía con ese hombre, sostuvo que le asestó una puñalada en la zona de la pantorrilla con un cuchillo tipo sierrita. La denunciante dejó entrever que el hombre se retiró del inmueble, sin embargo al cabo de algunos minutos regresó y la violencia volvió a brotar.
Los policías encargados de interrogar a los presentes en la escena del hecho dialogaron con el presunto atacante, quien manifestó que cuando regresó a su domicilio fue violentado por la mujer. A través de una pinza su pareja lo hirió por la espalda, el puntazo cayó en el omóplato derecho, y sostuvo que luego del ataque propinado por la joven ésta se habría autolesionado.
Ambos fueron trasladados al hospital zonal, ahora será la Justicia la que deberá determinar con las pruebas iniciales colectadas y el resto de la instrucción qué versión se asemeja a la verdad y actuar en consecuencia.
La violencia intrafamiliar volvió a hacer de las suyas en un hogar.
