La policía norteña desarticuló una fiesta clandestina en Tartagal. Efectivos de la comisaría 45 constataron una fiesta en un local ubicado en calle Congreso y Juan J. Paso, donde había al menos 300 personas.
Fuentes policiales indicaron que se cobraba entrada y en el interior había venta de bebidas alcohólicas, la mayoría eran menores de edad entre mujeres y hombres. Intervino la Fiscalía Penal 1, a cargo del doctor Pablo Cabot, quien ordenó el despeje de las personas y el secuestro de varios objetos.
A la dueña del lugar se le labró un acta de infracción (ley 7135) luego de carecer de la documentación correspondiente. Los uniformados recolectaron declaraciones testimoniales de los menores, quienes manifestaron que les habían cobrado 400 pesos en concepto de entrada. El operativo fue cerca de las 3.30 de ayer.
"Las fiestas clandestinas volvieron al mismo contexto que tenían antes de pandemia, ahora se infracciona el riesgo de organizarla sin la autorización administrativa municipal, sin adicionales policiales, en lugares sin mínima seguridad contra incendios, con presencia de menores, cobro de entradas, venta de bebidas, drogas entre otras cuestiones", apuntó el comisario Miguel Verlardez, encargado de Prensa de la Policía de Salta.
A solicitud del fiscal interviniente, según consignó EL Tribuno, los policías secuestraron 23 cajas de vino Toro, 17 botellas de vodka, 10 gaseosas de la marca Manaos, una arma de juguete, tres cuchillos marca Tramontina y un parlante de forma rectangular color negro.