El accidente fue fortísimo, el golpe terrible, el ruido hizo que los vecinos salieran en forma inmediata a la calle. El casco del conductor de la motocicleta también yacía en el piso. Esa postal daba cuenta de al menos un herido grave. Pero no. El conductor de la moto salió totalmente ileso. Se sentó en el borde de la vereda, agarró su celular y comenzó a mandar mensajes de WhatsApp a la espera del test de alcoholemia.
La mujer que conducía el automóvil Toyota, el cual había sido chocado por la moto en forma intempestiva, todavía no salía de su asombro. Le relató a la Policía Vial lo ocurrido minutos después de las 7.30 de la mañana. A ambos se les hizo el test de alcoholemia. A la conductora le dio negativo “0”. Al joven motociclista el resultado arrojó que tenía 1,37 gramos de alcohol en sangre. Estaba borracho a la hora de salir transitar.
“Todavía no entendemos como está totalmente ileso, sin siquiera un solo golpe ni dolor. Vino la ambulancia del Samec, lo revisó y está en perfecto estado de salud”, dijo uno de los policías que actuó en el siniestro vial que no salía de su asombro de cómo había quedado la motocicleta.
El hecho, según el relato de los testigos y uno de los protagonistas, el automóvil circulaba por la calle Benjamín Matienzo y la moto por la cuando fue chocado de lleno por la motocicleta.
