El tradicional bar Viva Gula, ubicado en la intersección de Moldes y Alvarado, frente a Plaza Alvarado, fue víctima de un robo en la madrugada de este domingo. Según denunció su dueño, al menos dos delincuentes ingresaron por una ventana y se llevaron diversos objetos de valor, mientras en la zona no había presencia policial. La situación reaviva el reclamo por mayor seguridad en un sector gastronómico que está dentro del circuito turístico.
“Sucedió aproximadamente a las 6 de la mañana según pudimos observar en las cámaras de seguridad”, relató Gastón García, propietario del local. “Ingresaron al menos dos individuos por la ventana, la cual no tiene rejas porque nosotros vivimos arriba y poseemos cámaras”, le dijo a El Tribuno
El botín incluyó una notebook, un celular utilizado para la atención del negocio, herramientas y una bicicleta nueva que uno de los empleados había comprado hacía apenas una semana. “No se llevaron el televisor de 65 pulgadas porque es gigante y no pasa por la ventana”, detalló García.
Las imágenes del sistema de videovigilancia muestran a un sujeto encapuchado sustrayendo los objetos mientras, según el testimonio del comerciante, otros individuos permanecían afuera haciendo de “campana”.
“La inseguridad acá en Plaza Alvarado es mucha”, advirtió. “Hemos realizado una reunión con los encargados de la seguridad, pero nada cambió. Acá se observa mucha gente en situación de calle que bebe alcohol en la plaza, y por la noche y madrugada esto se convierte en tierra de nadie”.
García fue más allá y apuntó directamente a los cuidacoches que trabajan en la zona, conocidos popularmente como “naranjitas”. “Dejás el auto y un ‘naranjita’ te cobra lo que quiere. Es gente que está en situación de calle, se acerca y cobra a los conductores de los vehículos. Lamentablemente, uno de esos naranjitas es cómplice de lo que me sucedió. Están todos prendidos”, indicó a El Tribuno.
Para el comerciante, el robo no fue al voleo: “Evidentemente es alguien que está en la zona todos los días. Hicieron inteligencia. No sentimos nada a pesar de vivir arriba”.
La Policía acudió al lugar y realizó peritajes. “Sacaron algunas huellas dactilares y esperemos que sirvan para dar con los ladrones”, comentó. Mientras tanto, García apeló a la colaboración de la comunidad: “Si les quieren vender algo de lo que se robaron, por favor comuníquense con nosotros a través del Instagram del bar”.
El episodio revive la discusión sobre la falta de políticas públicas para abordar el avance de la marginalidad y la inseguridad en una zona con potencial turístico, pero que, como lo expresó el damnificado, necesita medidas urgentes. “La gente ve lo que pasa en Plaza Alvarado y le cuesta mucho venir. Quieren convertir la zona en un atractivo turístico, pero para que eso ocurra tiene que haber seguridad”.