Luego de que Matías Pato, el volante de Juventud Antoniana, definiera con un remate cruzado ante la salida del arquero Fabricio Hass, de Central Norte, se produjo un tumulto en la platea del estadio Padre Martearena.
El problema se suscitó cuando un dirigente o colaborador del santo agredió físicamente a un simpatizante que no había gritado el gol de Pato.
Como este hincha no reaccionó, sufrió una cobarde y vil agresión por parte de un allegado a la comisión directiva de Juventud, que creyó que se trataba de un simpatizante del cuervo “infiltrado”.
Pero luego se conoció que esta persona tiene una discapacidad, hipoacusia. Sin embargo, ninguna razón es válida para ese dirigente o colaborador reaccionara con semejante violencia, ya que la víctima salió con una herida en el rostro.
Al respecto, el presidente de Juventud, Javier Russo, le dijo a El Tribuno que se inició una investigación para esclarecer el hecho.
El titular antoniano aseguró que ‘si el agresor es un colaborador o dirigente, lo vamos a expulsar del club. No podemos permitir que sucedan estas cosas‘, dijo Russo.