Una adolescente permanece internada desde hace seis días en el Instituto del Quemado tras un experimento que salió mal en su clase de Química y le provocó quemaduras de segundo grado en el 30% del cuerpo.
El incidente fue el miércoles en la Escuela N°40 de Ciudad Evita, en La Matanza, donde Maia Antonela, de 15 años, asiste a la secundaria.
De acuerdo al relato del padre, ella y sus compañeros estaban en la clase de Química quemando unas pastillas con alcohol para medir reacciones.
“Al principio, desde el colegio nos mintieron a mi señora y a mí. Le dijeron a mi mujer que la nena se había quemado un dedo, y que tenía que ir un adulto responsable para poder firmar y retirarla. No nos preocupamos demasiado, y fue mi hija mayor (de 26 años) a buscarla. Se tomó el colectivo, no se pidió un remís ni nada, porque 'como era un dedo', no corrimos", le cuenta Néstor, el papá de la menor.
Al llegar a la institución, la hermana de Antonela se encontró con una escena muy distinta. La Policía estaba ahí, como describe el papá, "peleando con la directora del colegio, porque no los dejó llevar a la nena antes al hospital, a la espera de que llegara un familiar". Según describe el hombre, "Anto" estaba "agonizando" y le habían colocado, "un trapo de cocina en las quemaduras".
El colegio llamó a la ambulancia, "que también tardó", y finalmente trasladaron a la estudiante a un primer centro de salud, donde fue intervenida quirúrgicamente. Por la gravedad de las heridas, luego fue derivada al Hopital del Quemado, donde continúa internada en Terapia Intermedia.
Las quemaduras fueron en la panza, el pecho y el brazo izquierdo. Recién el viernes la adolescente pudo hablar con Néstor. "Está muy dolorida y yo no le pregunté mucho qué pasó", dice el papá.
"Estuvo tirada más de una hora en el piso sin ninguna atención. Lo único que hicieron fue agarrar dos trapos de cocina, los mojaron y se los pusieron encima de donde estaba quemada. Y un pedazo de hielo en la mano, porque tenía la mano muy quemada", detalla.
"Nos mintieron", repite Néstor, enojado por la llamada inicial de los directivos, que les dijeron que el accidente no era grave. "Además, el profesor quiso llevarla urgente al hospital pero la directora se lo prohibió", agrega. Cuando chica fue ingresada a la guardia del hospital Balestrini debieron intubarla para que pasara directo al quirófano.
Entre 20 y 25 días de recuperación.
"El médico que la atiende me dijo que va a seguir recibiendo curaciones profundas entre 2 y 3 semanas, porque las quemaduras son importantes. Ahora está estable, pero el cuadro es grave", remarca el hombre, que confirmó a este diario que iniciará acciones legales contra las autoridades del colegio.
Más allá del accidente en sí, Néstor apunta a que el hecho fue minimizado y que eso agravó el dolor y el cuadro de la chica.
"Nosotros vivimos a 5 minutos del colegio, podía haber ido mi mujer enseguida si nos decían la verdad, y a mi hija la habrían curado antes. Tampoco dejaron que la Policía la llevara al hospital. De hecho, yo trabajo en Pompeya (en una fábrica de plásticos) y si hubiese sabido qué pasaba en realidad, llegaba en 15 minutos".
Néstor dice que se enteró de la gravedad de las quemaduras cuando el director del primer hospital donde fue trasladada llamó a la mujer preguntándole: "¿Por qué no estás acá? Están operando a tu hija, que está en estado crítico".
Uno de los compañeros de Antonela también sufrió quemaduras en el accidentado experimento, pero en su caso fueron leves y no debió ser hospitalizado.
Hasta el mediodía del lunes, los directivos de la escuela no habían hecho declaraciones públicas sobre lo ocurrido.